19 |Sophie|

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Agosto del 201*

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Agosto del 201*

Te voy a extrañar, cuñada. —Keira me da un fuerte abrazo de despedida.

El día en que mi hermano vendría a Londres llegó. Ayer por la noche Charles me había llamado para decirme que su vuelo llegaba a las dieciséis horas, por lo que tenía tiempo suficiente para pasar gran parte del día con mi motero, así que luego de almorzar y una inusual despedida estaba lista para volver a la residencia.

—No será por mucho tiempo, Keira. —Le devuelvo el abrazo y esperando que nadie nos pueda escuchar, susurro—: Esas hormonas ya están haciendo acto de presencia, futura mamá —comento un poco divertida.

—Muy graciosa, Amelí —dice sarcásticamente—, pero descuida, mantendré a ciertas víboras alejadas de mi hermano.

Niego con diversión. Keira y su conocido desprecio hacia los culos dulces, pero no la culpo, pues cuando Sasha se dio cuenta que me iría por unos días su cara se le iluminó como si un reflector le apuntara en el rostro. Ella es la única que se muestra tan feliz con mi ausencia.

Que ganas tengo de arrastrarla por todo el club. Un día de estos en serio que lo haría.

<<La violencia es un medio de desahogo>>, recuerdo sus palabras.

—Te lo agradezco, pero confío plenamente en tu hermano.

—Es bueno que lo hagas, cuñada. Mi hermano no haría nada estúpido que pueda ocasionar perderte.

—Más le vale.

—Por cierto... no sé cómo lo harás, pero espero conocer a mi queridísimo Charles en mi cumpleaños —manifiesta— o no querrás ver a una mujer embarazada muy enojada —amenaza en voz baja, solo para yo la pueda escuchar.

—Como ordene la jefa —respondo burlona.

—Es hora, pequeña —dice Anthon, abrazándome por detrás.

Me despido una vez más de Keira, no sin antes prometerle traer una foto autografiada de mi hermano.

>> ¿Llevas todo? ¿No se te olvida algo? —pregunta, viendo el pequeño bolso sobre mis piernas.

—Llevo lo necesario, además... deje un par de cosas en la residencia. —Enciendo la radio y pongo en una de las emisoras donde suena "Love Runs Out" de One Republic.

—Si lo hubiese sabido nos hubiésemos venido en la moto. Y, ¿por qué dejaste el resto de tus cosas en la residencia? Pensé que las habías traído todas. —Me da una fugaz mirada con el ceño fruncido.

—Por situaciones como estas supongo y por... —Cierro mi boca antes de terminar de hablar, pienso detenidamente antes de continuar, pues sé que lo que diré probablemente le molestará.

LLEGADA DE AMOR |LIBRO 1: CLAN BERTINELLI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora