ANTERIORMENTE LLAMADA: Brisa de Amor
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"Lo único que hace falta para que los hombres descubran el amor es tener demasiado cerca a una mujer, y lo único que hace falta para que est...
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Septiembre del 201*
Luego de aquella intensa charla con Vulture salimos de su club y nos ponemos en marcha hacia el que antes había sido "Infernals Mc". Necesito encontrar respuesta de lo que él me dijo y que mejor que ir a aquel club para encontrarlas.
Treinta minutos después aparcamos frente al abandonado y descuidado club que un día había sido el más sanguinario de todos, aprovecho para contarles a mis hermanos todo lo que Vulture me dijo. Ellos al igual que yo se mostraron reacios a creer dicha información, pero los conozco demasiado bien para saber que de igual forma el sentimiento de temor y angustia se hace presente en ellos.
—No me fio de su palabra, prez —expresa Bursck—, sin embargo, no perdemos nada con cerciorarnos de que sea verdad.
—Y es por eso que hemos venido aquí —le hago saber—. John y Dyck me acompañaran adentro y trataremos de buscar algo que nos pueda ser de utilidad, mientras tanto ustedes aseguren el perímetro.
Ellos asienten y comienzan a dispersarse para vigilar todo el lugar.
Nos adentramos por una de las puertas laterales del club que dan directo a la sala principal, la oscuridad se hace presente a pesar de que es de día, obligándonos a encender las linternas de nuestros celulares. Todo se encuentra cubierto de polvo y totalmente desordenado, las telarañas cubren el cielo raso y el olor a marihuana inunda todo el lugar. Hay unos cuantos catres y colchones ubicados en las esquinas junto con algunas bolsas negras, lo que me confirma que este club es ahora usado como guarida para los indigentes.
—Esten atentos, puede haber alguien por aquí —les prevengo, porque, aunque pareciera que solo estuviéramos los tres no nos podemos confiar.
—Por supuesto, prez —Josh asiente.
Comenzamos a inspeccionar todo el lugar en busca de algo que nos pueda servir, pero como es de esperarse, ya no hay absolutamente nada de valor. Todo se lo han llevado.
—Quizás en la iglesia podamos encontrar algo —sugiere Dyck.
Concuerdo con mi VP y sin perder tiempo nos dirigimos hacia la iglesia. Las condiciones de aquella habitación son mucho mejor que el del resto del lugar, aunque la mayoría de los muebles ya no están y el resto estaba en pésimas condiciones. Varios papeles y libros se encuentran totalmente esparcidos por todo el piso.
—Esto es un desastre completo, prez —John menciona lo obvio—. No creo que encontremos nada en todo este desorden.
—No importa, busquemos algo de todas maneras —ordeno, y me aproximo al que debió ser el escritorio de Minos. Por suerte este aun contaba con sus cajones, pero en estos tampoco hay nada de utilidad.
—No hay nada. —Golpeo la superficie del escritorio totalmente frustrado.
