De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 3: Memories

Crystal recorrió sus cajas con la mano, mientras las abría. Se arrodilló junto a ellas y comenzó a vaciar su contenido, en medio de una sala. Ahí tenía guardado no solo su ropa, sino un montón de fotos: ella en la academia de danza con su mejor amiga, con sus amigas, con su hermana. Un montón de fotos y recuerdos. Jumin fue a buscar dos copas de vino, mientras se acomodaba junto a su esposa, para ver el contenido de las cajas.

Ella le comenzó a contar historias de la Academia, y cómo había sido en ella, mientras Jumin la escuchaba atentamente. La Academia se componía de las distintas disciplinas del arte: Música, Danza, Literatura, Actuación, Pintura y Dibujo. Se trataba de una de las mejores del país, y para entrar también debías ser el mejor, por lo que era muy difícil acceder. Ella ingresó becada, lo que significaba que se debía esforzar el doble en su disciplina para mantenerse en pie. Durante los primeros años era un poco temerosa; tenía miedo a la idea de lesionarse, por lo que solo hacía lo que le pedían. Cuando conoció a su mejor amiga, una chica de Literatura, comenzó a cambiar. Ella no era la típica chica de Literatura centrada en sus libros, y aislada del mundo, sino que tenía mucha energía, y su fuente de creación era el mundo exterior en vez de interior.

- ¿Era compañera de tu hermana? - preguntó Jumin. Crystal negó con la cabeza.

- No, mi mejor amiga tiene un par de años menos que yo. - dijo Crystal sonriendo. Ella se acomodó entre los brazos de Jumin, quedando sentada un poco sobre él.

Le comentó que su mejor amiga era adoptada, y que provenía de una familia muy poderosa dentro de la política. Sin embargo, eso no influía en lo absoluto en su creación y en su manera tan dinámica de su pensamiento. Solo la influía en la manera de hablar, en el manejo de las palabras, y en el amplio vocabulario que tenía desde pequeña, es decir, la acercó a las letras más que a la política en sí. Nadie podía asegurar que era la mejor, debido a que en Literatura, nunca se sabe. Puede ser el mejor lector, el mejor escritor, el mejor investigador, el más estudioso, etc. La carrera tiene tantas directrices que no se podía precisar la genialidad de cada uno, y era lo que los hacía únicos en la Academia. Además, que no eran competitivos como el resto, solo hacían lo que tenían que hacer, y eso también lo demostraba su mejor amiga, solo demostrando pasión por lo que hacía, lo que le contagió.

Crystal comenzó a temer menos de sí misma y de sus capacidades, y comenzó a soltarse más, lo que la llevó a ser la mejor dentro de su disciplina. Sin embargo, no era la mejor de toda la carrera, pero tampoco quería estar en ese lugar, que era prácticamente imposible de lograr.

- ¿Quién era la mejor? ¿La conocías? - dijo Jumin, pensando que quizás ahora la chica tenía un contacto en el extranjero, y estaba viajando.

- Era una chica de Música. Tocaba el violín como un verdadero ángel. - dijo Crystal, recordándola con cariño.

- ¿Violín? - a Jumin se le vino algo a la cabeza, pero lo negó. Seria demasiada la coincidencia.

- Sí. No hablé directamente con ella, no porque fuera arrogante o inalcanzable, de hecho creo que fui un poco yo eso dentro de la Academia. - dijo un poco nerviosa.

- Ella era distinta... tenía la mirada un poco vacía, y evitaba el contacto con todos. Sin embargo, cuando tocaba, se notaba toda su intensidad, y todo su amor. Supongo que en lo que haces cuenta cuanto amas, no solo en la manera en que lo demuestras. - dijo Crystal, alzando los hombros. Jumin reflexionó en torno a la última frase de su esposa.

- A ella la molestaban mucho por eso. En las otras disciplinas si existía la envidia, las ansias de destacar, pero ella parece que era esencialmente la mejor y no se preocupaba por eso. Muchas veces la golpearon, le rompían sus materiales de trabajo, le perdían las partituras. Más de alguna vez le ayudé a recoger sus cosas del suelo. Me arrepiento un poco de haber visto esto, y no haberlo detenido. - dijo Crystal, con tristeza. Jumin la abrazó, para reconfortarla.