De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 1: Lo que hemos hecho

ANTES DE COMENZAR A LEER: Estimada lectora, como sugerencia de lectura, para una mayor comprensión de esta historia, te recomiendo leer en el siguiente orden:

- "Interlace"  ya que sucede dos años antes de los eventos narrados en Cosmic Love y De sudor y ternura.

- "Cosmic Love" y "De sudor y ternura" se pueden leer simultáneamente, ya que están en la misma línea temporal. A veces los capítulos suceden exactamente en el mismo momento, estando conectados, pero desde el punto de vista de los personajes principales, lo que se avisa al inicio de ellos para una mayor comprensión.

¿De qué se trata Interlace? Es un fic donde los protagonistas son Vanderwood y Saeyoung quien se encuentran con Melissa, una agente que se convierte en el amor de ambos, pero su vida no es simple, está repleta de violencia, drogas y balas. ¿Por qué debes leerla antes que esta? ¡Porque el pasado no se borra y no se puede cambiar, y a veces vuelce cargado de balas!

Nota de la autora: Para efectos de la historia, Crystal es la esposa de Jumin, su MC.

- ¡Ya se encuentra publicada la segunda parte! Puedes encontrarla en mis historias como "Can we love forever?" y tiene una trama tan intrigante como esta ;)
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Habían pasado dos semanas desde que se habían casado. La boda había sido espectacular, tal como lo habría querido Jumin para Crystal. Como buen hombre de negocios, su boda no solo era una celebración de su compromiso, sino que también el momento de estrechar lazos para asegurarse que C&R siguiera siendo una compañía de primer nivel.

A Crystal no le importaba invitar a ciertos inversionistas que desconocía, pero que convenía que estuviesen en la boda, por su futuro esposo. Tampoco la desalentaba. Era una de las cosas que debía hacer, y que conllevaba casarse con un hombre como Jumin. A eso se le agregaba la prensa, el estar solo en su departamento con pantalones y una polera vieja (o desnuda junto con Jumin, según lo ameritaba la circunstancia), pero en el exterior debía estar presentable, con faldas o vestidos a medida, que por supuesto Jumin ya se había encargado de pedir.

- ¿Por qué pides cinco prendas del mismo modelo? Realmente no lo entiendo - le preguntó un día Crystal a Jumin, cuando estaban de compras.

- Siempre tengo cinco prendas del mismo modelo de toda mi ropa. Ya lo verás, es bastante útil cuando lo necesitas.

- No... sé si quiero que me vean cinco días con la misma ropa - dijo Crystal, tratando de entender la idea de su futuro esposo. Jumin rió.

- No es para eso. Ya lo verás, aún no te puedo explicar con propiedad.

Era difícil sacarle las ideas de su cabeza, por lo que aceptó. Jumin seguía teniendo un par de secretos, pero entendía más que nada estaba siendo precavido. Habían batallas que simplemente estaban perdidas ante Jumin Han, por eso solo las aceptaba. Después de que lo conoció al ingresar a la RFA, se percató que había algo que siempre había que tener con Jumin: paciencia. Eso y ganas de tener sexo, por supuesto.

Aunque está bien: con toda la RFA había que tener paciencia. Todos repletos de complejidades y problemas, pero ella siempre estaba dispuesta a ayudarlos. Quizás por eso encajó muy bien. Quizás por eso ahora no solo son compañeros de una fundación, sino que son sus amigos.

De hecho, después de que Jumin les propuso matrimonio, ninguno de ellos lo podía creer, solo V, por supuesto. Él más que nadie conocía a su amigo, conocía lo intenso que era, y que una vez que encontrara algo precioso que quería atesorar para siempre, no lo iba a dejar ir. Eso sucedió con Crystal. No porque la viera como objeto ni nada similar, sino que ella se convirtió en el único ser humano capaz de comprenderlo, capaz de ayudarlo a entender que sus acciones no tienen por qué estar predeterminadas, como un robot, que no tiene por qué estar atado a ellas. Que sus acciones si valían, que si eran importantes para alguien, y que por supuesto, esa persona también lo regañaría si es que no lo estaba haciendo bien. Veía en ella su corazón sincero, que lo quería, y que jamás le diría lo que exactamente quería oír, sino que lo que realmente pensaba. O bueno, también depende de las circunstancias: la cama no cuenta.