Capítulo 18: Una cena importante

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Después del maravilloso fin de semana que tuvieron, Jumin volvió nuevamente a su trabajo. A pesar de lo acostumbrado que estaba a su labor y a su ritmo de vida, le costaba mantener su mente alejada del cabello de su esposa, de su sonrisa, de ella bailando junto a la música que él tocaba en el piano. Era imposible desprenderse de las bellas imágenes que su esposa recreaba, estando junto a él cada día.

- Señor Han, olvidó firmar este documento. – dijo Caroline, la asistente de Jumin luego de la renuncia de Jaehee. Jumin trató de volver en sí, mientras Caroline acercaba el documento hacia él para que lo firmara.

Era mejor mantener los pensamientos hacia su esposa alejado del trabajo, o sino todo podría resultar mal. Quizás terminaría firmando una petición de revocar los proyectos de gatos, si es que no ponía la suficiente atención.

Mientras tanto, Crystal estaba en la residencia ensayando sus movimientos. Giraba y giraba, mirándose en el espejo a cada giro, mientras sus piernas la sostenían con fuerza. Se movía desplegando todo su cuerpo, sin contenerse. Le gustaban sus movimientos cuando se volvían más aleatorios, menos contenidos, sintiendo solo la música a través de sus poros, mientras la inspiraba a moverse, sintiendo como la danza era parte de ella. Era extraño, desde que interpretó el cisne negro en la última obra de la que participó, alejándose del ballet clásico que siempre realizaba, sentía que la llenaba mucho más la danza en sí, y no los movimientos estructurados del ballet. Toda su vida había practicado ballet, y desde que era pequeña siempre sintió que era lo suyo, ¿cómo era posible que después de tanto tiempo, en realidad no lo fuera?

Luego de ensayar, tomó una ducha y mientras lo hacía se le ocurrió ir a C&R para esperar a su marido al final de su jornada de trabajo. A pesar que cuando bailaba mantenía la mente concentrada en lo que hacía, el fin de semana había sido tan hermoso para ellos que no pudo evitar extrañar a su esposo. Se puso un bello vestido color azul, un sombrero negro y unos lentes de sol grandes, para finalmente salir de su residencia junto a Kyouya. El tráfico estaba inusualmente despejado, y rápidamente en solo un par de minutos llegaron a C&R. El edificio estaba tan impecable como siempre, y mientras Crystal caminaba, resonaban sus altos tacones en el suelo brillante. Con un saludo cordial la recibió la recepcionista, que ya estaba retirando sus cosas para irse, y luego se dirigió hasta el ascensor, hasta uno de los pisos más altos del edificio, donde se encontraba Jumin. Crystal estaba ansiosa por verlo, mientras apretaba las manijas de su cartera al ver pasar los pisos del ascensor. Finalmente llegó.

Se dirigió hasta la pequeña oficina junto a la de Jumin para saludar a Jaehee, pero luego recordó que ya no trabajaba ahí, sino que era la nueva secretaria en jefe de Jumin, Caroline. Por supuesto, como todas las secretarias de Jumin, ella aún no se iba, ni tampoco tenía planes de hacerlo.

- Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarla? – preguntó mecánicamente Caroline.

- Vengo a ver al señor Han. – respondió Crystal, sonriendo. Caroline mantenía la vista fija en su computador, parecía muy ajetreada.

- ¿Tiene cita? – respondió Caroline, finalmente levantando la cabeza. Crystal le sonrió con amabilidad. Caroline se puso nerviosa inmediatamente, sonrojándose por su error. – Oh, lo lamento señora Han.

- No te preocupes, no nos hemos presentado apropiadamente. – dijo Crystal, mientras ella se levantaba y ambas se daban la mano, presentándose. Evidentemente, esto no sucedía con Jaehee, ya que ella no solo reconocía el sonido de sus tacones, o su voz, sino hasta el horario en que iba a visitar a Jumin, por lo general a un poco antes de la hora de almuerzo, para conversar con ella, y finalmente almorzar con su marido, o a cuando su esposo terminaba de trabajar.

De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora