De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 21: Cuando la RFA celebra (y los Srs. Han también)

Nota de la autora: ¡Capítulo con dos puntos de vista!
El siguiente capítulo está contado desde dos perspectivas: en esta van a encontrar escencialmente la de Crystal y Jumin. La otra perpectiva está en el capítulo n°24, titulado igual que este, en la historia "Cosmic Love", contado desde Jun, Saeran y Saeyoung.

La RFA se acomodó en unos asientos que Jumin había reservado. Él sospechaba que por ser las audiciones abiertas de la Filarmónica, tendrían bastante público, por lo que quería que la RFA se sentara en los mejores lugares a observar a Jun.

Jumin observaba con detención a cada uno de los participantes, no solo porque se deleitaba con la música, sino porque quizás alguno de ellos los podría contratar para alguna gala o cena importante de la C&R. Por supuesto, contrataría a los mejores, y se esmeraba en escuchar a todos, ya que quizás podría no estar de acuerdo con el jurado. Uno a uno iban avanzando los participantes, hasta que llegó San Shin. Ingresó con paso firme sobre el escenario, para luego ir hacia la pequeña mesa donde aleatoriamente estaban las partituras para cada uno de los participantes. Jumin la observó con detención. Es cierto, la conocía. Ella pertenecía desde hace mucho a la Filarmónica, y tanto él como su padre, habían asistido a conciertos privados que la Filarmónica realizaba en actos a beneficio. La chica era buena, y la competencia de Jun se veía realmente dura, si es que ella era una de las participantes. Sin embargo, de pronto, Jumin recordó que jamás había oído escuchar tocar a Jun. Crystal la había oído junto con la banda, al igual que Saeyoung y Saeran (y además que ellos también tenían la gracia de escucharla ensayar), pero en realidad, nadie la había oído tocar a ella sola. Crystal solo recordaba un par de conciertos escolares, pero estaba tan preocupada de sí misma y de sus presentaciones, que Jun y su concierto solo eran un rumor lejano, del que oía aplausos victoriosos, pero no más allá de eso.

- ¿Acaso cambió el ambiente? – preguntó sutilmente Yoosung.

- Por supuesto, es la ganadora del año pasado. – dijo Jumin con una leve sonrisa. Crystal lo miró de reojo. – Todo el mundo la espera.

- ¿Acaso tú también la esperas? – le dijo Crystal en un susurro que solo pudo oír su esposo, sonriendo de manera juguetona.

- Por supuesto. Sabes que disfruto de la buena música. Lástima que no se pueda beber en este lugar. – respondió Jumin en un susurro, guiñándole un ojo, sin dejar de observar a Sam. Crystal no pudo evitar sonreír.

Un par de turnos después, entró Jun en el escenario. Desde el público se veía un poco insegura, hasta el momento en que tomó la partitura que escogió al azar, y luego caminó con paso firme hasta la orilla del escenario para comenzar a tocar. Tomó un impulso, y las notas comenzaron a salir de su violín.

La RFA estaba impresionada. Los gemelos la habían oído tocar y ensayar tantas veces, que a pesar del nerviosismo que sentían, pensaron que sería una vez más todo lo que habían escuchado. Pero esto no era así. La audición le daba un ambiente especial a cada una de las notas de Jun. Yoosung se sentía como un niño, fascinado por los sonidos que oía, y a Zen solo se le ocurría que convencería a unos de los directores con quien trabajaba para que Jun le acompañase con el violín en alguna de sus obras. A pesar que sabía que le quitaría protagonismo, esto no le importaba: Jun era impresionante. Jun cerró los ojos, para disfrutar de la fabulosa melodía que transmitía Jun. Jamás la había escuchado tocar, y se alegró el haberlo hecho esta vez. Jun era una chica impresionante y virtuosa, repleta de bellas cualidades escondidas.

Jumin quedó completamente impresionado ante lo que estaba escuchando. Sentía que a pesar de haber escuchado música durante toda su vida, de tocar piano, gracias a la educación que tuvo, comprender matemáticamente la música, pero también de saber cómo disfrutarla, de haber asistido a tantos conciertos, a tantas filarmónicas, tantas melodías, tantas, tantas veces, ninguna era comparable con esta. ¿Será que le resultaba de esa forma porque se trataba de Jun? ¿Por qué quizás a pesar de todo, al veía ahí, ahora, más fuerte que nunca, cuando atravesó tanto dolor y tanto sufrimiento? ¿O será simplemente que la melodía evocaba algo que simplemente no podía explicar?