De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 20: Unni y Oppa

Nota de la autora: ¡Capítulo con dos puntos de vista!
El siguiente capítulo está contado desde dos perspectivas: en esta van a encontrar escencialmente la de Crystal y Jumin. La otra perpectiva está en el capítulo n°20 al n°23.

Ese día su esposo no iría a trabajar, por eso no importaba la hora en la que finalmente durmieron la noche anterior. Sin embargo, sí debían estar presentables para un importante evento del día de hoy: la audición de Jun.

Crystal no la conocía oficialmente, solo había hablado con ella por el chat de la RFA, además de verla en una de sus actuaciones con su banda, cuando estuvo con los gemelos. Pero ahí solo la vio de lejos, entendiendo que no la podían ver con los gemelos.

- Hay un par de cosas, que no les he contado de mí. – dijo Saeyoung.

Después del concierto de Jun junto a Afterlife, Crystal insistió en ver a su amigo. Quería entender por qué no podía nadie saber que ellos eran los novios oficiales de Jun. Le parecía insólito, y la única explicación que encontraba razonable era porque él era un agente secreto. Pero aun así, ¿no debía tener vida?

- ¿Qué cosas? – preguntó Crystal, insistiendo con su mirada. Bebió de su café, mientras su amigo bebía una de esas latas de bebida que tanto le gustaban.

- ¡Pensé que me habías invitado aquí para jugar con Elly, no para interrogarme! – dijo Saeyoung, con una falsa molestia, mientras con su mirada buscaba a Elizabeth III.

- Digamos que pueden suceder ambas. – dijo ella, sonriendo con un poco de malicia. Saeyoung sintió un desagradable escalofrío.

- Fueron cinco segundos en que te transformaste en Jumin y eso me asustó demasiado. ¡Se están fusionando! – dijo, llevándose sus manos al rostro, para simular su miedo.

- ¡No cambies de tema! ¡Eso ya no funciona conmigo! – dijo Crystal, entrecerrando sus ojos. Saeyoung se mordió los labios y suspiró. No tenía escapatoria. Además, él ya había picado el anzuelo al ir hasta la residencia de los Han.

- No debería, Crystal. – le dijo, con una rostro triste, mirando a un rincón.

- Sabes que puedes confiar en mí. – le dijo ella con una sonrisa compasiva. Le tomó de la mano, y Saeyoung la miró y tragó saliva.

Ambos estaban sentados en un hermoso sillón blanco en medio de un gran salón. Recordó hace mucho, cuando ella recién llegó a la RFA lo loco que estaba por ella. Su rostro fino, su pelo rojo y largo, sus ojos verdes. Crystal era preciosa, y esos ojos que transmitían tanta paz. Solo una persona como Jun hizo quitarle todas esas ideas de la cabeza, pero no podía negar cuánto cariño le tenía a su amiga. Y era verdad, confiaba en ella. Le había revelado bastantes cosas respecto a su pasado, a su agencia, incluso de Saeran. Ella fue la primera en saber que tenía un hermano, aunque en realidad él no se lo contó precisamente, sino que ella lo dedujo. Crystal siempre sacaba conclusiones acertadas. Saeyoung sentía su mano tibia, tratando de no evocar fantasmas del pasado.

- Bueno, no te he contado las razones por las que soy un agente. – le dijo, con un tono lacónico. Crystal asintió, acomodándose en su asiento, poniendo una pierna arriba, mientras bebía su café.

- Intuyo que tienen que ver con Saeran, ¿no? – dijo Crystal, mirándolo tranquilamente. Saeyoung la miró asombrado.

- ¿C-cómo sabes eso?

- Nadie querría tener una vida tan solitaria de agente, a menos que fuese necesario. Y considerando que conociste a Jun hace casi un año, y que eres agente desde antes que te conociera... es probable que fuera por algo o alguien importante de tu pasado. La única persona que parece tan importante, es Saeran. – dijo Crystal.