De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 25: La fuerza del pasado

- Su próxima reunión es en el salón Tsubaki del Hotel M. – dijo Min-he mientras se dirigían en el auto hacia el lugar. Jumin asentía, sin prestar demasiada atención; ya sabía su itinerario de memoria.

A pesar de que era el tercer día, se sentía extrañamente vacío sin su esposa. Era agradable regresar a casa, y que ella estuviera, u observarla ensayar. Jumin se sentía sumamente frustrado de no poder llamarla. ¿Cómo le había ido en la audición? ¿Había tenido el papel? A la vez sentía un leve nerviosismo de la reacción de su esposa al no llamarla. ¿Se sentirá ofendida porque no la llamó luego de su audición? Por supuesto, no era un nerviosismo del malo, sino del bueno. Aquel nerviosismo de no saber la reacción del otro. Porque por más que Jumin memorizaba cada una de las acciones y reacciones de su esposa en todo ámbito (sobre todo, donde más le gustaba; en la cama), aún había aspectos que desconocía. Este era uno. ¿Se sentirá enojada, frustrada, molesta con él? Jumin suspiró pesadamente: si había algo que le molestaba era que las cosas se salieran de su control, y el no poder comunicarse con su esposa, le tenía sumamente frustrado.

Isabella lo miraba fijamente, sin que él se diera cuenta. Elisa le había dicho que acompañara a Jumin, para cumplir con todas las condiciones que ella establecía para finalmente cerrar el trato. Ella tenía otros pendientes que realizar, además que el CEO Huang jamás le agradó demasiado, debido a sus comentarios fuera de lugar de las mujeres en los negocios. Isabella tenía las instrucciones precisas, y ella se encargaría de dejar todo concluido para que finalmente Elisa pusiera solo su firma.

Una vez que llegaron al Hotel M, se dirigieron rápidamente al salón Tsubaki, ubicado en el tercer piso del hotel. Era uno de los salones más lujosos, y el CEO Huang era dueño de aquel Hotel, por lo que le acomodaba cerrar sus tratos en aquel lugar, sintiéndose como en casa. Lo acompañaba la CEO Ming, y sus respectivos asistentes. El salón era bastante espacioso, con una gran mesa color caoba, bastantes sillas, y un par de muebles con jarrones que contenían tulipanes blancos. Todo era muy pulcro y sumamente ordenado. Ambos CEO ya estaban esperando, a pesar de que Jumin incluso había llegado 10 minutos antes.

- Señor Han, que agradable verlo. – dijo el CEO Huang, estrechándole la mano, mientras Jumin asentía sonriendo y saludando tanto a él como a la CEO Ming. – Pensé que asistiría junto a la señorita Chung, aunque es mejor cerrar los tratos entre hombres, las mujeres son un tanto... indecisas. – dijo él, sonriendo. – Sin ofender. – le dijo sonriendo a la CEO Ming. Ella solo asintió.

- Tuvo un inconveniente, pero en su representación está su asistente, Isabella Nouvé. – dijo Jumin, sonriendo. Ella extendió la mano, para estrecharla con el CEO Huang, mientras él la miró como un insecto a punto de aplastarse. El CEO Huang hizo un ademán para que todos tomaran asiento, y susurró al oído de un camarero café para todos.

- Créame que no notará la diferencia. Sé exactamente lo que la señorita Chung espera de esta reunión. – dijo ella, con firmeza. Jumin la observó con curiosidad. No la había escuchado hablar jamás, y el oírla tan segura llamó inmediatamente su atención.

- No era necesario, podemos cerrar el trato entre nosotros, ¿cierto señor Han? – dijo él, intentando tener cierta complicidad con Jumin, riendo. Pero antes que Jumin respondiera cualquier cosa, Isabella tomó la palabra.

- Son cuatro personas las que deben firmar el trato, por lo tanto, son cuatro personas las que deben haber en esta mesa, independientemente de su género. ¿O no está de acuerdo, señorita Ming? – dijo Isabella, con una sonrisa sarcástica y desplegando cierto dominio en el ambiente. Jumin entrecerró los ojos, observándola bien, recorriéndola con la mirada. Lo que menos se esperaba de una asistente era este tipo de actitud. Luego observó a todos los asistentes alrededor, y ninguno desplegaba el aura que ella emanaba. ¿Quién era esa chica, y de dónde la sacó Elisa?