THROUGH ME (Herophine)

Capítulo 4

El ultimo timbre sonó anunciando que era hora de irnos a casa, era el timbre más salvaje ya que todos se querían ir y los pasillos se convertían en una enorme masa de empujones, por eso me quedaba esperando unos cinco minutos. Me encontré con Luke en la salida, cerca de su auto.

—¿Lista?—preguntó abriéndome la puerta del copiloto.

—Si—dije descolgando la mochila de mis hombros. Cuando subí al auto vi a Hero que de coincidencia me vio también, le sonreí, pero no obtuve una sonrisa de vuelta, solo una mirada fría como siempre.

De camino a casa de Luke este me hablaba de lo emocionado que estaba por el comienzo la temporada, que había estado entrenando duro y tal vez podía calificar para una beca en la universidad de Chicago. Yo me limitaba a asentir y de vez en cuando hacer una que otra preguntar para demostrar interés, aunque me sentía algo aburrida.

Al llegar a la enorme casa bajamos del auto y entramos, saludé a la madre de Luke quien estaba tomando un cóctel en la sala y fuimos directo a su habitación. Se quitó el jersey y los zapatos y se recostó en la cama palmeando a su lado.

—¿Quieres ver una película?—preguntó cuando me acosté a su lado.

—Claro ¿Qué propones?—puse mi brazo sobre su pecho y lo miré.

—Trescientos.

—Luke, hemos visto esa película seis veces, ya no serian trescientos, serian mil ochocientos—me quejé rodando los ojos a lo que el río.

—¿Qué tal si vemos que hay en el catálogo y nos decidimos por una que no hayamos visto?

—Esa idea me gusta más.

Al final, luego de unos diez minutos discutiendo, terminamos viendo Dioses de Egipto, ya la habíamos visto por supuesto, pero con Luke no de podía en cuestión de películas, lo bueno era que me gustaba la trama.

La película iba a la mitad cuando Luke tomó mi cara entre sus manos y me besó, le seguí el beso y de un momento a otro ya estaba encima de mí. Metía su mano por debajo de mi blusa mientras besaba mi cuello, en vez de sentirme excitada o al menos bien, comencé a agitarme y sentirme asfixiada.

—Luke—me quejé tratando de quitarlo de encima pero no lo hizo y apretó mis pechos—¡Luke basta!—grité y lo empujé haciendo que se detuviera en seco, en cuanto estuvo apartado me puse de pie.

—¿Qué pasa?—preguntó agitado y se pasó la mano por el cabello—¿Cuándo estarás lista? Demonios a veces eres tan.

—¿Tan qué? Anda dilo—me puse ambas manos en la cintura y lo miré desafiante.

—Mía no quise—trató de excusarse, pero alcé la mano.

—Lamento no se como las chicas a las que estabas acostumbrado, sabías como era antes de tan siquiera ser amigos. Sabías en lo que te metías.

—Por dios Mía ¡Tenemos dos años juntos! Dos putos años y apenas me dejas tocarte—confesó exasperado y me hizo sentir más enfadada que antes.

—¡Entonces eso es lo que te importa! Acostarte conmigo—tomé mi mochila del suelo y cuando me dispuse a salir fue más rápido y se interpuso entre la puerta y yo—Apártate.

—Tenemos que hablar, no te puedes ir así.

—¿Sabes que Luke? Estoy harta ¡Estoy malditamente harta! De tener que fingir se la novia perfecta, de soportar que tus amigos hablen mal porque no nos hemos acostado ¡Estoy harta de ti!—las palabras simplemente salieron y aunque fueron acompañadas con lagrimas sentía que me quitaba un peso de encima. Luke no me miró con dolor ni mucho menos.