Capítulo 46

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Cuatro días más tarde era viernes y yo había vuelto a ser yo, y como no después de lo que había pasado con Hero. Obviamente no se lo había contado a nadie, y tampoco tenia pensado hacerlo. Kath se había devuelto a su apartamento y esta vez no me dolió como la primera porque sabia que su estadía en casa era mientras me recuperaba y ya que estaba bien podía volver a su lugar feliz.

Las clases ya no resultaban incomodad y me sentí tan aliviada porque solo el primer día había sido básicamente una maldita tortura. Me sentía bien, se sentía bien no ser enemigos, pero aún había algo ahí, algo que no me permitía decidir que retomáramos nuestra relación.

—Entonces la chica pensó que el asesino era su vecino, pero era su papá—la voz de Steph me devolvió a la tierra y sacudí la cabeza—No me estás prestando atención ¿cierto?

—Lo siento, te prometo que ahora si—me llevé una papa frita a la boca y mastiqué, estábamos en la cafetería almorzando—A mi no me gustó casi la película.

—A mi tampoco, pero fue genial cuando ella salió corriendo y se tropezó con el perro—comenzamos a reír porque casualmente a ambas nos había pasado de niñas, no estar en una situación de vida o muerte si no el correr y tropezar con alguna mascota—¿Escuchaste de la fiesta que hay esta noche?

—¿Fiesta? Nop—me encogí de hombros y tomé un sorbo de mi jugo de frutas.

—Será en casa de Michael.

—¿Quién es Michael?

—No tengo ni idea, pero dicen que va a estar buena, deberíamos ir.

—Yo no lo...

—¡Atención todos!—me vi interrumpida por la voz a todo pulmón de un chico, nos giramos y lo vimos de pie sobre una de las mesas—Fiesta esta noche en mi casa, les enviaré la dirección ¡Todos están invitados!

—Él es Michael—hablamos mi amiga y yo al unisonó antes de que la cafetería estallara en aplausos, gritos y silbidos.

—¡Bájate de ahí Michael!—lo regañó la cocinera.

—Entonces...¿vamos?—sabía que Steph no se rendiría tan fácil así que no me quedó de otra.

—Vale, vamos.

—¡Si!—adoraba su entusiasmo, en serio lo hacía. Ella era la amiga que siempre había necesitado desde que había iniciado la secundaria—Venga chica, dame esos cinco.

Reí y choqué los cinco con ella para después terminar mi comida e ir a clases.

...

El ultimo timbre sonó y como siempre todos recogimos nuestras cosas y salimos lo más rápido posible del aula. Salí hasta el estacionamiento con Steph, logré ver a Hero apoyado en su auto como si esperara a alguien, entonces supuse que seguro la esperaba a ella y los celos me invadieron por lo que me apresuré a ir hacia el auto de mi amiga.

—¡Hey! ¡Mía!—me llamó, pero lo ignoré y seguí caminando hasta que escuché sus pasos acercarse y sentí su mano tomar la mía.

—¿Qué quieres, Hero?—pregunté rodando los ojos, Steph se quedó a mi lado mirándolo con cara de matona.

—Llevarte a casa ¿no puedo?

—¿En serio?—y ahí estaban, las estúpidas mariposas revoloteando en mi estómago. No la estaba esperando a ella. Me estaba esperando a mí.

—No dejaré que se vaya contigo—intervino Steph—A menos que ella me lo pida ¿Te llevo o te vas con este chango?

—Un poco más de respeto—se defendió Hero.

THROUGH ME (Herophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora