Capítulo 42

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Los días pasaron y mis heridas físicas fueron sanando, no podía decir lo mismo de las emocionales. Había perdido por completo el apetito, no salía de mi habitación más que para el baño y mi teléfono tenia cuatro días apagado. Cuando venían a visitarme me hacia la dormida o les decía que no me sentía bien y quería descansar un poco.

La mayor parte del tiempo estaba metida en la cama con la manta cubriéndome hasta el cuello mientras miraba el techo o dormía. Pero otras veces me la pasaba caminando de un lado a otro queriendo gritar hasta quedarme sin aliento. Cada vez que miraba hacia la ventana una punzada de dolor se me asentaba en el pecho.

Kath le contó a mamá y papá que había terminado con Hero y estos me dieron mi espacio, estaba segura de que a mamá no le gustaba mi reacción esta vez sí la comparaba con la que tuve al terminar con Luke, pero a Luke no lo quería, a Hero si y más de lo que imaginaba.

Tuve mucho tiempo para pensar, principalmente en como somos de complicadas las chicas, en como afrontamos el dolor con más dolor, cuando terminamos con alguien que queremos nos dedicamos a ver películas tristes que nos recuerdan lo que no pudimos tener en la relación, escuchamos canciones más tristes que nos recuerdan a la persona y terminamos llorando ¿Por qué? Se supone que debemos alejarnos de lo que nos recuerde lo mal que lo estamos pasando, pero no, seguimos llorando con Bajo la misma estrella y comiendo helado.

Me faltaban solo tres días para volver a la escuela, no quería hacerlo, no quería encontrarme con esos ojos verdes que me mataban. No quería lidiar con las preguntas de porque ya no nos veían muy juntos, de que había pasado, lo mismo que pasó cuando terminé con Luke. Entonces una estúpida idea se me vino a la mente ¿Y si hacia lo mismo que Luke? ¿Y si ya estaba saliendo con la chica de cabello rosa? Sabia que ya Hero había vuelto a la escuela y tenia el enorme miedo de que esa chica también fuera a entrar, podía ser nueva en la ciudad o que se yo.

Sacudí la cabeza y me limpié unas cuantas lagrimas que se me habían escapado mientras me acomodaba de nuevo en posición fetal en mi cama, llevaba con el mismo pijama dos días y ni hablar de lo que llevaba sin peinarme, pero ¿Para qué? Igual no iba a salir.

—Mía, me importa un bledo si estás dormida, voy a entrar en tu fortaleza de la soledad ahora mismo y espero no encontrarte como te dejé ayer—habló Kath con voz ruda desde el otro lado de la puerta. Dato curioso, seguía como me había dejado ayer. La puerta se abrió y ella entró con unas bolsas de no se que porque no las miré mucho y volví la vista a otro lado—No me jodas, Mía.

—No estoy de humor Kath—dije de mala gana y sentí el colchón hundirse a mis pies.

—Llevas diciendo eso once días, ya es hora de que salgas de esta burbuja depresiva por amor a Adele—la miré con cara de No hablas en serio y ella asintió—Se que estás triste ¿Vale? Se como se siente romper con alguien, pero ¿Cuánto piensas durar así? ¿Un año? ¿Seis? No puedes dejar que te cambie de esa manera. No le demuestres que te hizo débil y vulnerable.

—Pero Kath...

—Cállate que no te he acabado—asentí como niña regañada y ella siguió—Ponte más guapa, salgamos por ahí, invitemos a las chicas y comamos hasta reventar. Luego iremos al salón y compraremos ropa, los prestamos estudiantiles no sirven solo para libros—guiñó el ojo y no pude evitar reír—Y cuando lo veas, no bajes la mirada, sonríe y sigue caminando y ya después te largas a llorar al baño, pero sin que nadie te vea. Si quieres puedes llorar en mi hombro todas las malditas noches, pero por favor demuéstrale a los demás tu lado fuerte, el débil déjalo para nosotras. Como diría mi profesora de español que casualmente es mexicana, ponte chingona mija.

—¿Qué demonios significa eso Kath?

—No lo sé, pero suena a empoderamiento...creo.

Me reí como no lo había hecho en todos esos días, con ganas y hasta que me dolieron las mejillas. Me senté y abracé a mi hermana con fuerza. Joder la amaba tanto, muchas personas con hermanos en algún momento de sus vidas o en muchos, desean ser hijos únicos, pero en mi caso no era así, siempre había querido a Kath, ella era mi mejor amiga, mi otra mitad.

THROUGH ME (Herophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora