Capítulo 19

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No sabía a donde me llevaba, pero tampoco es que me importara mucho. Tenía al menos veinte minutos conduciendo y la voz del vocalista de Coldplay sonaba por los altavoces.

Hero cruzó a la izquierda, me di cuenta de que estábamos en el lado este de la ciudad, donde estaban los barrios más finos ¿Qué hacíamos ahí? Cada casa parecía ser más grande que la anterior, como si compitieran entre sí. Mientras avanzábamos me entró la curiosidad, ahora si me importaba a donde me llevaba.

—¿A dónde iremos?—pregunté.

—Lo sabrás cuando lleguemos.

Se detuvo dos cuadras después detrás de unos arboles en la parte trasera de una enorme casa. Me indicó que bajara del auto y lo seguí dudosa, cuando la fría brisa movió mi cabello me crucé de brazos.

—Ven conmigo—me tendió la mano y la tomé.

Nos fuimos acercando a la casa, todo estaba oscuro a excepción de las tenues luces de las farolas de la calle y algunas que provenían del jardín, pero apenas y se distinguían. Llegamos a una cerca no muy alta y en ese momento mis alarmas se activaron.

—Ni en un millón de años—me negué descubriendo sus intenciones.

—Vamos Mía, no seas cobarde.

—No es cobardía, es no quieres ir a la cárcel por allanamiento.

—El dueño nunca está, nadie sabrá nada, vamos—negué rápidamente—Arriésgate un poco y no seas aburrida.

Me molestó que me dijera aburrida y rodé los ojos, miré el cielo estrellado y después de dudar unos segundos salté la dichosa cerca con su ayuda.

—Ven—me tomó la mano y nos fuimos adentrando.

El césped crujía bajo mis pies, mi corazón estaba acelerado y mis hormonas estaban revolucionadas por la adrenalina. Hero se detuvo frente a una enorme piscina apenas iluminada, de ahí venían las luces. Parpadeé varias veces cuando vi que comenzó a quitarse la ropa y sin previo aviso se aventó al agua salpicando mis jeans y tenis. Lo miré perpleja.

—¿Te vas a quedar ahí?—preguntó.

—...Si

—Vamos, el agua esta tibia.

—Estás loco, Hero.

—Lo sabías antes de venir conmigo.

Tenía razón de sobra, yo sabía que estaba loco y sin embargo había seguido sus ordenes y ahora estaba ilegalmente en una mansión. Dejé a un lado mis preocupaciones y procedí a quitarme la blusa, me detuve a medio camino.

—¿Qué pasa?—preguntó Hero.

—No tengo traje de baño—su carcajada pudo haber despertado a los dueños si estos estuvieran.

—Yo tampoco y aquí me ves.

Me le quedé mirando sin saber que hacer. No quería que me viera en ropa interior...otra vez. Pero tenía frío y según él, el agua estaba tibia. Tomé una gran bocanada de aire y me volteé para no ver a Hero mientras me desvestí. Dejé mi ropa en una pila al lado de la suya al igual que mis tenis y quedé en un conjunto sencillo de bragas y sujetador negros.

—Te ayudo—me tendió la mano y apenas la tomé tiró de mí y caí de golpe al agua.

Salí a la superficie tosiendo y la risa de Hero me hizo enfadar más.

—¡Eres un imbécil!—dije aventándole agua a la cara.

—Si no lo hacía nunca ibas a entrar.

Tal vez tenia razón...de nuevo ¡Odiaba que tuviera razón! Rodé los ojos y eché la cabeza hacia atrás disfrutando del agua, él estaba en lo cierto, estaba tibia ¿Cómo era posible habiendo tanto frío?

—¿Cómo sabes de esta casa?—pregunté mirándolo.

—He venido algunas veces—de seguro con otras chicas ¿Por qué pensaba en eso? ¿Habría traído a...

—¿De dónde conoces a Alex?

—Nos encontramos el otro día en una cafetería—me moví un poco de lado a lado viendo las pequeñas olas que se formaban a mi alrededor.

—¿Y te invitó a una fiesta así sin más?—su tono fue neutro y miré su rostro buscando un rastro de molestia, nada.

—¿Qué tiene eso de malo?

—No puedes ir por ahí con extraños como si nada.

—No es un extraño y fui con Steph.

—Lo mismo da.

Desapareció bajo el agua y segundos después salió a la superficie más cerca de mí. Su cabello caía desordenado por su frente y pequeñas corrientes de agua emergían de este bajando por toda su cara.

—¿Qué hacía Luke el otro día en tu casa?—¿Cómo lo sabía? De seguro siguió espiándome. Moví mis brazos haciéndome retroceder un poco para alejarme, pero a él le importó un pepino y se acercó de nuevo.

—Fue a pedirme que fuéramos amigos.

—¿Y aceptaste?—asentí—¿Por qué?

—Todos merecen una segunda oportunidad.

Bufó y se pasó una mano por el cabello retirándolo de su cara.

—¿Volverás a ser su novia?

—¡No!—me sentí bastante ofendida por lo que nadé lejos de él—No soy tan estúpida.

—Eso espero—fue detrás de mi, pero me alejé más—Ven aquí Mía.

—No.

—No me hagas ir por ti.

—Jódete—escuché su risa y luego desapareció.

Demonios, demonios ¿Dónde estaba? Sabía sus intenciones, quería asustarm...

—¡Hero!—grité cuando salió justo debajo de mi tomándome en sus brazos y levantándome en el aire. Mi risa se mezcló con la suya y estas fueron disminuyendo cuando me bajó lentamente hasta quedar cara a cara.

No esperó mucho para besarme, su lengua invadió mi boca al instante, deseosa, exigente. Mis brazos se aferraron a su cuello y mis piernas le rodearon la cintura. El beso cobraba intensidad cuando escuchamos un ruido que nos hizo detenernos.

—¡Mierda!—exclamó Hero cuando las luces se encendieron.

Al parecer la maldita casa no estaba sola como creímos y tuvimos que salir en tiempo récord de la piscina, tomamos nuestra ropa y nos echamos a correr por el jardín.

—¡Deténganse ahí! ¡Alto!—gritó una voz masculina.

Mi corazón latía desbocado y amenazaba con salirse de mi pecho. Hero no soltaba mi mano mientras atravesábamos el jardín empapados y semidesnudos. No supe como lo logramos, pero saltamos la cerca y corrimos hacia el auto. Subimos y ya seguros en el interior con ambas puertas cerradas nos miramos y estallamos en risas.

THROUGH ME (Herophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora