THROUGH ME (Herophine)

Capítulo 36

Ya me había encargado del permiso para ir a cenar con Hero, aunque no fue técnicamente pedir permiso, le dije a mamá que saldría a cenar y me dijo que estaba bien solo que no llegara tan tarde, no dejaba de sorprenderme que me dejara ir tan fácil, nunca había sido así.

Me di un baño de burbujas y comencé a arreglarme a las siete después de dormir una siesta de media hora que aunque no lo crean me ayudó bastante ya que de no haber dormido casi en la semana podría haber hecho que me durmiera a media cena, tenía un sueño de muerte. Me vestí con un vestido azul sencillo, no era muy entallado al cuerpo y tampoco tenía una enorme cola o un escote para morirse, lo combiné con unas botas negras de tacón.

Alisé mi cabello y me maquille natural, antes de las ocho a estaba lista. Me puse una gabardina negra y tomé metí mi teléfono en el bolsillo antes de bajar.

—Mía—me llamó mamá—¿Vienes un momento?

Terminando de acomodarme la gabardina fui a la sala donde ella estaba organizando unos papeles de quien sabe qué.

—¿Si?

—¿Irás a cenar con Hero no?

—Si ¿Por qué?—le rogué al cielo que no fuera a empezar con su drama de que no quiere cerca de él.

—Ya que por lo visto no piensas dejar de salir con él—se quitó las gafas, me preparé para lo peor, me mandarían a otra ciudad, o me encerrarían para siempre, entré en pánico—Tu padre estará libre pasado mañana cenaremos juntos, dile a Hero que venga.

Me quedé completamente atónita, la miré y la miré esperando que me dijera que era una broma y que estaba castigada y que ya sabía lo que había pasado entre él y yo en su casa pero no pasó y no podía estar más confundida ¿Qué la había llevado a aceptarlo de la nada? No era el hecho de que yo no le hiciera caso porque ya había intentado eso varias veces y siempre terminaba castigada y me iba peor.

—Yo...le diré, claro—estaba a punto de preguntarle el por qué de ese cambio tan repentino, pero unos toques en la puerta me lo impidieron—Ya me voy, nos vemos en un rato.

—A las diez te quiero aquí, Mía.

Asentí y me di la vuelta para caminar hacia la puerta, cuando la abrí me encontré a Hero vestido con una camisa negra de botones, llevaba las mangas arremangadas, los jeans y zapatos hacían juego con el color de la camisa, ese hombre tenía un raro fetiche con la ropa negra.

Le sonreí y salí para luego cerrar la puerta.

—Estás hermosa pero eso ya lo sabes—me dijo antes de tomarme de la cintura y besarme.

—Y tú te ves absolutamente guapo—pasé mis manos por sus duros brazos y le miré los labios, no pude contenerme y lo besé.

—Si me sigues besando así no iremos a ninguna parte.

Me reí mientras me sonrojaba y fuimos hasta el auto, me abrió caballerosamente la puerta del copiloto y subí, rodeo el auto y subió a mi lado cuando me abrochaba el cinturón. Encendí la radio, Halsey cantaba Colors y tararee la canción mientras Hero conducía con una mano y con la otra tomaba la mía.

Hero condujo hasta el centro de la ciudad, todo estaba iluminado por las luces de los locales, edificios y demás mientras el cielo permanecía oscuro, por la ventanilla veía como pasaban las personas vestidas para ir a bailar o simplemente ir por un trago, mi ciudad no era Nueva York ni Las Vegas pero tenía una muy buena vida nocturna.

El auto se detuvo frente a un restaurante de comida italiana, amaba la comida italiana y no tenía ni la menos idea de que Hero lo sabía. Bajo del auto y mientras me quitaba el cinturón para bajar abrió la puerta en un gesto que hizo que las mariposas aletearan como locas en mi estómago. Le tomé la mano y salí del auto.