THROUGH ME (Herophine)

Capítulo 27

Me desperté como nueva, la noche anterior Hero se había encargado de llevarme de nuevo a las nubes, y ese temor de ser encontrados me llevó al límite. Salí de la cama y miré por la ventana, al parecer seguía durmiendo ya no que había nada de movimiento en su habitación, miré el cielo, estaba oscuro y enormes nubes grises me dieron a entender que llovería en cualquier momento.

Después de lavarme los dientes bajé a desayunar, aún no me acostumbraba a entrar a la cocina sin ver a Kath comiendo su nutella o sus cereales con pasitas y azúcar. Me serví un tazón con cereal y fui a la sala a ver tele mientras comía. Fue cuando entró mamá con unas bolsas del supermercado.

—¿Acabas de despertar?—preguntó alzando una ceja.

—Si ¿Por qué?

—Es un poco tarde ¿no?

—¿Qué hora es?

—La una—por poco y escupo el cereal pero me lo tragué de golpe y me atacó la tos.

—Demonios...

—¿Te dormiste muy tarde anoche?

Los recuerdos inundaron mi mente, Hero besándome, sus manos recorriendo mi cuerpo, su aliento en mi cuello...cuando mamá se aclaró la garganta volví a la realidad, sentí mis mejillas calientes.

—Uhm, si...me quedé mirando series—mentí nerviosa, no se me daba tan bien mentir pero hacia mi mejor esfuerzo.

Asintió y fue a la cocina a acomodar las compras, verifiqué la hora en el reloj que colgaba de la pared, mamá a veces era un poco exagerada por la hora. Cuando empecé la secundaria entraba en mi habitación a las seis diciendo que iban a ser las ocho y yo salía como loca de la cama buscando mis libros y ropa al mismo tiempo que me peinaba.

Terminé de desayunar y dejé el tazón en el lavavajillas, escuchando las quejas de mamá. Ya en mi habitación, me dispuse a ordenar un poco cuando escuché mi teléfono sonar con el ringtone de Steph.

—Hola guapa—saludé al contestar.

—Hola nena—habló y escuché como el volumen de una canción que sonaba de fondo disminuida—¿Qué planes tienes para esta noche?

—No lo sé—dije pensando si tal vez Hero quería hacer algo, luego recordé que estaba castigada pero daba lo mismo—¿Qué planes tienes tú?

—Unos amigos me han invitado a un lugar...donde hacen carreras clandestinas—susurró con la voz cargada de excitación.

—¿Carreras clandestinas? Eso no suena muy seguro—me pasé la mano por el cuello masajeando en la zona que me dolía un poco.

—¡Eso lo hace más emocionante!—chilló.

—Veré si no tengo nada que hacer y te aviso.

—Vale...pero no me dejes mal Mía, no salimos desde hace días.

—Lo sé, prometo que haré lo posible.

—Eso espero...llámame cuando sepas ¿bien?

—Entendido.

—¡Besos!—colgué la llamada y me quedé mirando la pantalla.

Carreras clandestinas, había escuchado de ellas pero no que las hicieran en la ciudad, también era consciente de que eran peligrosas. No quería ir, pero tampoco quería decepcionar a mi amiga, nos habíamos vuelto muy cercanas los últimos días y cada vez me la pasaba mejor con ella, era una chica tremendamente divertida, y su sentido del humor era grandioso.

Terminé de ordenar la habitación y me pasé las siguientes tres horas leyendo, había empezado una nueva saga de libros muy buenos, el nombre era Blow Hole Boys y me tenía obsesionada. Dejé el libro sobre la cama me acerqué a la ventana, nada. No había sabido de Hero en todo el día y eso me preocupaba bastante. Exagerado ¿no?