Capítulo 18

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—Kath esto es una muy mala idea—dije por enésima vez en lo que iba de día, ella me respondía con un ademan y seguía con los "preparativos"

—Claro que no, solo será una pequeña fiesta, nada muy escandaloso por los vecinos ya sabes.

—¿Y si sale mal? Nos van a castigar de por vida ¡Aunque haya sido tu idea!—la seguí escaleras arriba hasta su habitación.

—Puedes invitar a tus amigos o a quien quieras...necesitamos cerveza.

—¿Acaso me estas escuchando?—gruñí—No pienso ayudarte en nada.

En ese momento logré captar su atención.

—Vamos Mía, no es para tanto. Solo. Es. Una. Pequeña. Fiesta.

Rodé los ojos cansada de decirle que no era buena idea, eso solo podía tener un mal final y un castigo de proporciones universales. Salí de su habitación y fui a la cocina por un poco de jugo, Kath era imposible, desde niñas siempre tuve que hacer lo que ella ordenara solo por ser la hermana mayor, la quería, en serio la quería pero a veces quería encerrarla en una caja y tirarla al mar.

Terminé el jugo en cuestión de segundos, mi garganta estaba seca, y como estaba delicioso me serví un segundo vaso mientras me sentaba en una de las sillas de comedor. La escuché bajar y cuando entró en la cocina agitando las pestañas hacia mi supe que quería algo.

—No—respondí antes de que hablara.

—Ni siquiera sabes que voy a decir.

—Mi respuesta sigue siendo no.

—Por favor—dijo juntando ambas manos y negué—Necesito que vayas por botanas.

—Te he dicho que no Katherine.

—Te daré dinero para que te compres lo que quieras.

—¿Un penthouse en Chicago?

—Ni que fueras a buscar los restos del Titanic.

—Entonces no hay trato—me crucé de brazos firme en mi decisión.

—Le diré a mamá que fuiste a una fiesta de universitarios.

Demonios.

—Las llaves de tu auto—sonrió satisfecha y le enseñé mi dedo corazón antes de tomar las llaves. Iría de nuevo al supermercado en pijama aunque esta vez eran pants y una camiseta de los Rolling Stones.

Al salir de la casa vi a Hero llegar en su auto, mis sentidos se activaron y las mariposas comenzaron a revolotear cuando su mirada se cruzó con la mía. Creí que actuaría como siempre, que me ignoraría y haría como si no existiera pero fue lo contrario, cruzo el jardín y se detuvo frente a mi.

—¿A dónde vas?—preguntó metiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans.

—Al supermercado, Kath necesita botanas.

—¿Botanas?

—Nuestros padres se fueron de viaje y ella tuvo la enorme idea de da un fiesta—obviamente hablaba con sarcasmo, la idea no era nada buena.

—Vaya...te llevaré—no había sido una pregunta, me debatí entre decirlo que no y conducir yo pero la verdad era que quería estar cerca de él, me atraía como una lámpara a una polilla.

Fui con él hasta su auto, cuando lo iba a poner en marcha vimos a su hermana menos salir corriendo hacia él y este tuvo que bajar el vidrio de mi ventanilla.

—¡Hola Mía!—saludó la niña.

—Hola Megan.

—¿Qué quieres?—preguntó Hero impaciente.

THROUGH ME (Herophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora