THROUGH ME (Herophine)

Capítulo 48

Una hora en la tina mirando a la nada, tratando de recordar que había pasado la noche anterior. Sintiendo que iba a volverme loca ¿Me había acostado con alguien? Estaba casi segura, no despiertas desnuda de la nada, pero ¿Con quién? Por mas que lo intentará mi mente no me ayudaba, no veía su rostro, no recordaba su nombre ¿Y si ni siquiera sabia su nombre?

Solo estaba segura de una cosa, me habían drogado, pero ¿Quién? ¿En que momento? Sabía que llorando no iba a resolver nada, pero no podía detener las lágrimas.

Cuando llegamos a casa papá no estaba, pero mamá si y muy enfadada, acepté el regaño y el castigo sin ninguna oposición y estuvo un tanto sorprendida pero satisfecha con mi actitud tan sumisa ¿Cómo decirle que estaba así porque no recordaba nada y corría el riesgo de haber sido abusada?

No sabía sin hablar con papá, al fin y al cabo, él era el jefe de la policía, pero algo dentro de mi no quería, seria una completa vergüenza. Mi teléfono estaba a punto de estallar con llamadas de Steph, pero no quería hablar con nadie, le llamaría en la noche o al siguiente día.

El agua ya estaba fría y mis extremidades temblaban un poco, estaba con las rodillas a la altura de la barbilla, rodeándome con mis brazos. Suspiré pesadamente y me puse de pie para salir de la tina. Tomé mi bata de baño y me envolví con ella antes de vaciar el agua y salir del baño.

No tenia nada de hambre, solo había tomado un vaso de jugo y unas aspirinas para el dolor de cabeza. Me encontré con mi hermana en el pasillo, quien me miraba con esos ojos de lastima que no me gustaban para nada.

—No me mires así—le pedí fastidiada.

—Toma esto—dijo ignorándome y me tendió una pequeña píldora.

—¿Qué es?

—La píldora del día siguiente—torció el gesto, como si le doliera decírmelo y sabía por qué. Mis entrañas se revolvieron y mis ojos picaron de nuevo por las lágrimas.

—Gracias—fue todo lo que pude decir, tomé la pastilla y me la metí a la boca, la tragué sin agua ni nada. Me sentía asqueada.

—Debemos ir al médico.

—Ahora no Kath.

Y sin decir más caminé hasta mi habitación, cuando entré di un pequeño salto al ver a Hero recostado en mi cama, leyendo uno de mis libros. Decir que quise derrumbarme en ese momento era quedarme corta.

—Hasta que te dignas a salir del baño—se burló con media sonrisa, dejando a un lado el libro para mirarme.

—¿Qué haces aquí?—pregunté tratando de parecer normal, fui hasta mi closet y saqué un par de bragas.

—Buenos días a ti también—rodó los ojos, tratando de hacerme reír, pero no pasó—¿Cómo estuvo la fiesta?

—Bien, me quedé a dormir en casa de Steph, estaba muy ebria para traerme—mentí mientras me ponía las bragas por debajo de la bata.

—Con razón te ha traído tu hermana—joder es que me había visto llegar.

—Creí que irías—la tristeza en mi voz era más que evidente, más por el hecho de si que fuera estado en la fiesta, la historia seria otra y eso me estaba matando.

—Megan comió algo con almendras, como el alérgica tuvimos que llevarla al hospital y pasar la noche allá.

—¡Oh dios!—me llevé ambas manos a la boca—¿Cómo está ella?

—Ya está bien, es un poco dramática y le gusta la atención—respondió sonriendo.

—Iré a verla en la tarde—caminé hasta la cama y me senté.