Capítulo 49

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Después de comer me despedí de Nate ya que solo me quedaban diez minutos para volver a casa, como era de esperarse me insistió a más no poder para llevarme, pero le dije que se suponía que estaba haciendo un trabajo con Steph porque estaba castigada y que luego le explicaría mejor.

Incluso me pagó el Uber, aunque yo me negara y mientras iba en el auto pensé en que Nate era demasiado caballeroso a pesar de sus bromas en doble sentido ¿Cómo podía haber pensado mal de él? Tenía que esforzarme más, poner mi mente a trabajar al cien para al menos recordar la cara de quien me dio el maldito trago.

Justo cuando quedaban cinco minutos para mi toque de queda el auto se detuvo frente a mi casa, le di las gracias y bajé para ir corriendo adentro.

—¡Ya llegué! Y con dos minutos de sobra—dije subiendo las escaleras para ir a mi habitación.

—La cena estará lista en una hora—respondió mamá desde la cocina.

—Vale, estaré en mi habitación.

Cuando abrí la puerta me encontré con Kath sentada en mi cama, con su laptop en el regazo y un moño mal hecho. Cerré y me acerqué a ella.

—¿Dónde estabas?—preguntó son despegar la vista de la pantalla.

—Según mamá, haciendo un trabajo con Steph, pero a ti no te mentiré. Me encontré con Nate, necesitaba saber si fue con el que pasé la noche—al escuchar inmediatamente centró su atención en mí.

—¿Y? ¿Fue él? Oh demonios le voy a partir su...

—No ha sido él...—me senté a su lado y miré a la pared—Me dijo que tienen cámaras, y revisará las grabaciones.

—¡Eso es genial! Así sabremos quien te drogó y con quien te fuiste a la habitación.

Al escuchar eso se me revolvía el estómago y de nuevo me entraban ganas de llorar ¿Por qué? ¿Por qué demonios tenia que haber ido a esa fiesta? ¿Por qué tenía que embriagarme? Me sentía tan estúpida, y el simple hecho de que existiera la posibilidad de haberme acostado con un desconocido me ponía los pelos de punta ¿Qué pensarían mis padres? ¿Qué pensaría Hero?

—¿Y que haces aquí?—pregunté cambiando de tema, sabía que era algo serio, pero al menos por un rato quería evitarlo a toda costa, al menos hasta que Nate me diera buenas noticias.

—Estaba esperándote...yo...temía que no regresarás.

—¿Por qué no regresaría?

—Vamos Mía, te dejas llevar por tus emociones y con esto que te está pasando pudiste haber hecho una locura—me miró y pude sentir su miedo, entonces la abracé.

—No me voy a suicidar ¿Vale? No me veo tirándome de un puente.

—No es gracioso Mía, nada que tenga que ver con el suicidio es gracioso.

—Vale, vale. Lo siento ¿sí?

—Vale...entonces ¿quieres que me quede esta noche?

—No es necesario, puedes regresar a tu apartamento—me separé de ella y le sonreí.

—¿Segura?

—Segura.

—Mi teléfono estará encendido toda la noche, si no puedes dormir y quieres hablar solo llámame ¿vale?

—¿Sabías que eres la mejor hermana del mundo?

—Desde que naciste—ambas reímos como si nada estuviera volviendo mi vida un caos y me dio un beso en la frente antes de irse.

THROUGH ME (Herophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora