Capítulo 39

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La mañana siguiente me desperté y ya mi familia estaba en la habitación, Kath miraba algo en su teléfono, mamá leía un libro sentada en un pequeño sofá y papá estaba con la vista fija en la ventana. Ninguno se dio cuenta cuando me desperté.

—Hola a todos—saludé acomodándome en la camilla, me dolieron las costillas pero fue algo leve. Todos dejaron lo que estaban haciendo y en menos de diez segundos ya estaban rodeándome.

—¿Cómo te sientes?

—¿Te duele algo?

—¿Llamo al doctor Evans?

Parpadeé varias veces por la rapidez con la que me hicieron las preguntas, y suspiré.

—Estoy bien, no me duele nada y no es necesario—dije lentamente mirándolos divertida, cabe resaltar que mi ánimo estaba muchísimo mejor—Aunque tengo hambre.

—Y como no, tienes tres días sin comer—habló Kath en tono exagerado, diablos, tres días sin comer.

—Pediré que te traigan algo—dijo papá, asentí y dejó un beso en mi frente antes de salir por mi comida.

—¿Cómo pasaste la noche?—preguntó mamá, mientras Kath me hacia señas de que me hiciera a un lado para meterse a la camilla conmigo.

—Bastante bien—respondí haciéndome a un lado.

—Qué bueno, cariño—su teléfono sonó y lo sacó de su suéter, miró la pantalla y luego a nosotras—¿Les importa si salgo un momento? Es una llamada importante.

—Tómate tu tiempo—respondí haciendo un ademan con la mano.

—Estaremos bien—añadió Kath.

Mamá asintió y salió de la habitación, Kath me miró con esa cara de Se que me estas ocultando algo.

—Anoche pude ver a Hero—hablé susurrando como si alguien pudiera escucharnos detrás de la puerta o incluso debajo de la cama.

—Sabia que no te quedarías sin verlo—respondió como si nada—Hoy vendrán tus amigos, Steph me ha mandado un mensaje hace algunos minutos.

—¿Quiénes vendrán?—pregunté.

—No me lo dijo...oh y las chicas ya vienen en camino con Ryan.

Vaya, tendría un día algo ocupado.

—En serio muero de hambre ¿crees que la comida de hospital sea como lo dice la gente? ¿fea e insípida?

—Pues supongo, pero con ese doctor de tu lado no tienes de que preocuparte.

—¿De qué hablas?—alcé mi brazo para tomar un vaso de agua sobre la mesita que estaba a mi lado y me bebí la mitad en un sorbo.

—Mía, he visto como te mira y no es exactamente como un doctor debe mirar a su paciente.

—Ves cosas donde no las hay, siempre has sido así—me negué ante aquella loca idea, mi hermana como siempre no se quedó tranquila.

—Yo se lo que te digo, pero vamos, tampoco está tan mal.

Era cierto, era un doctor bastante guapo, pero ¿y eso que tenia que ver? Era un completa locura. Hablamos de los malísimos programas que pasaban en la pequeña televisión de la habitación hasta que llego papá acompañado del doctor...Zed, y un enfermero con una bandeja, mi estómago literalmente se movió.

—Buenos días—saludó Zed, Kath me movió ligeramente el codo—¿Cómo está mi paciente favorita?

Mis mejillas enrojecieron y mi hermana sufrió un ataque de tos alertando a Zed, luego cuando ya la mujer se calmó la atención fue dirigida a mí de nuevo.

THROUGH ME (Herophine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora