Lo Siento; julright

- capítulo 5 -

Llevábamos bastante rato en la playa, de hecho, se estaba poniendo el sol ya.

La verdad era que me lo había pasado bastante bien, e incluso me había gustado la compañía de Carlos.

Pero entonces pasó lo último que quería que pasase.

No sé quién había propuesto hacía ya bastante rato jugar a prueba o verdad, al principio accedí, aunque a medida que iba pasando el tiempo y no me había tocado, empecé a ponerme nerviosa.

-Julita, ¿prueba o verdad?- preguntó Marilia, tan tierna como siempre.

-Prueba.- dije sin pararme a pensar en las consecuencias.

-Tienes que girar la botella y darle un beso a la persona que te toque.

Rodé los ojos, últimamente lo hacía mucho. Y la giré sin ganas.

Paró en Joan.

-Ni de coña.- dijimos al unísono.

Algunos dijeron que teníamos que hacerlo, otros estuvieron de acuerdo en que, al ser mi hermano, podía girar la botella otra vez.

Así lo hice, y esta vez paró en Carlos.

-No.- dije cortante.

-¿No qué?- preguntó Damion.

-Él también es mi hermano.

-Ah, que ahora sois hermanos, genial, a mamá le gustará saber que ya te llevas bien con él.- dijo Joan.

-Bueno, hermanastros o lo que sea.- repliqué.

-Pero yo no veo ningún problema en que os deis un pico, no sois hermanos de sangre.- dijo María.

-Es verdad, es como si le das uno a Miki, o a Alba, no pasa nada.- dijo África.

-No es lo mismo.- contesté.

-¿Ah no?- preguntó Dave riendo.- Venga chiquilla, que no tenemos todo el día.

Muy despacio, me acerqué a él, y le supliqué con la mirada que protestase también, pues no había abierto la boca en todo ese rato.

Me cogió suavemente por la barbilla, haciendo que le mirase a los ojos.

-Por favor.- supliqué susurrando.

Él me miró un segundo, pude ver algo de pena en sus ojos. Después se separó de mí y se giró hacia el resto.

-Yo tampoco quiero, Julia tiene razón, somos hermanastros.

Sonreí, y le di las gracias al oído, antes de irme a mi sitio anterior.

Seguimos jugando después de las protestas de algunas personas del grupo, pero yo ya no prestaba atención, tenía la cabeza en otra parte.

Rato después, algunos se empezaron a ir, puesto que era tarde y mañana teníamos clase.

-¿Te llevo otra vez o ya tienes forma de llegar a casa?- preguntó Carlos cuando algunos se hubieron ido.

Sólo quedábamos Miki, Joan, Carlos, Alba, Natalia y yo, ellos se iban todos en taxi, ya que no había autobús a esa hora. Me despedí de ellos y les dije que me iba con Carlos.

Me miraron curiosos.

-¿Sabes que cabes en el coche, no? Además, Joan y tú vivís en la misma casa.- dijo Natalia.

-No importa, voy con él y así no está solo.- respondí.

Joan me miró sorprendido, yo me encogí de hombros. Ni siquiera yo misma sabía qué me pasaba.

-No hacía falta que vinieses conmigo, sé que me odias.- dijo Carlos cuando nos quedamos solos.

-No te odio.

-¿Entonces?

-No sé, supongo que me tengo que acostumbrar a la idea de que volvamos a ser hermanos.- respondí.

-No hace falta que me trates como si no nos conociéramos, ¿sabes?- dijo él.

-¿Qué?- pregunté algo desubicada.

-Lo de ser borde y evitarme, no dejarme ver lo que te pasa... No soy un extraño, Julia, creía que teníamos más confianza.

-Teníamos, tú lo has dicho.

Nos quedamos en silencio.

-Bueno, vámonos ya.- le dije, él solo asintió.

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Se me había olvidado publicar (pensaba que ya lo había hecho, en realidad) pero más vale tarde que nunca.

Gracias por leer, siento si os habéis quedado con las ganas, pero aún es pronto, paciencia...

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