Los días siguientes pasaron entre libros y apuntes, no quería permitirme pensar en aquellos besos que nos dimos Carlos y yo en el baño del instituto, y que no habían vuelto a repetirse.
No quería pensar en ello porque tenía que estar centrada en los exámenes.
Y porque sabía lo complicada que era la situación. Y lo cobarde que era yo para enfrentarla.Aunque no nos hubiésemos besado, hablábamos todos los días, y a veces compartíamos caricias y sonrisas cómplices, recordando aquel día.
Y cada vez que él me sonreía, yo quería borrarle esa sonrisa a besos.
Quería dejarme llevar, pero no podía dejar de pensar en qué pasaría luego, era muy difícil todo.
La palabra "hermanastros" se repetía una y otra vez en mi cabeza.
-¿Qué tal os ha ido el examen de matemáticas?- preguntó Marilia una vez hubimos salido de clase.
-Bien.- dijimos Joan y yo a la vez.
Nos miramos un segundo con la ceja alzada, a pesar de que eso de hablar a la vez pasaba a menudo.
-Eso es porque vosotros tenéis telepatía de mellizos o algo así, pero yo no entiendo nada de matemáticas.- dijo África.
-En realidad no, pero estaría bien.- contesté riendo.
-Me vendría muy bien que me chivase los exámenes, es súper lista.- añadió Joan, hablando de mí.
-Y a mí que me pasases algo de sentido común para arreglar mi vida.
-¿Qué tienes que arreglar?- preguntó Carlos, abrazándome por detrás mientras me daba un beso en la mejilla.
Marta se nos quedó mirando con los ojos muy abiertos.
Era verdad que nunca antes nos habíamos dado muestras de afecto en frente de nuestros amigos, pero tampoco era tan raro, al fin y al cabo ellos no sabían nuestra historia, por lo que para ellos solamente éramos hermanastros.
Pero por sus caras parecía que se estaban imaginando de todo.
Decidí ignorar aquello.
Alba, Natalia, Marilia, Sabela, María, Marta y yo fuimos a comer fuera para celebrar que habíamos terminado los exámenes. El resto no querían o no podían.
-Te veo muy feliz.- le comenté a Marilia.- a ver, siempre lo estás, pero hoy especialmente.
-No sé por qué será.- dijo soltando una risita adorable y juntando una mirada con Sabela, que, a su lado, se reía también.
-Sois lo más tierno que he visto en mi vida.- aportó María, totalmente absorta en sus pensamientos.
-Yo he visto algo hoy muy tierno también.- dijo Marta, mirándome.
Nos quedamos todas calladas.
-¿Lo vas a decir o qué?- pregunté.
-Pero si ya sabes a qué me refiero.- contestó con una sonrisa pícara.
Entonces algo mi cabeza hizo click.
-No, no insinúes eso. Es de mi familia.
-Venga ya, júrame que no os habéis comido la boca.- intervino María.
-De verdad que no, no hemos hecho nada.- mentí, sin saber muy bien por qué.
-Pues qué pena, yo shippeo.- dijo Marta.
-Ahora vuelvo.- Alba se levantó y fue hacia el baño.
-¿Qué le pasa?
-No sé Juls, está rara hoy.- contestó Natalia, viendo cómo se alejaba.
-Ostia Natalia, ¿todavía no te has dado cuenta?- dijo Sabela por primera vez en aquella conversación.
Natalia negó con la cabeza, en un gesto confuso.
-Es vuestro aniversario.
Estallé en carcajadas al ver la cara de mi amiga.
-Es una broma, ¿verdad?
-No.- dijo Sabela riendo también.
-Pero si hoy es once, no doce.- replicó Natalia.
Cogí el móvil y le enseñé la fecha: Doce de Octubre.
Se llevó las manos a la boca, después empezó a tocarse el pelo, nerviosa.
-¿Y yo ahora qué hago?
-Hazle una sorpresa o algo así, que parezca que era fingido lo de no acordarte, que era todo parte de un plan.- respondí.
-Pues eso es muy buena idea, Juls.- dijo María.- en mi aniversario con Pablo hablamos y me ayudas.
-Si es que en realidad soy toda una romántica, pero no ligo.- bromeé.
-Siempre tendrás a tu familia.- dijo Marta, obviamente con segundas intenciones, rememorando nuestro tema de conversación anterior.
Me reí, ¿qué iba a hacer sino?
Aunque me ponía bastante nerviosa de que estuviese tan convencida de que teníamos algo, cuando eso no era verdad.Tampoco sabía si quería que volviese a pasar algo entre nosotros.
O sí que lo sabía y no quería admitirlo.
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Gracias por leer, luego subo otro...
🙃🖤
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Lo Siento; julright
FanficJulia no quería volver ver a Carlos, y mucho menos enamorarse de él. Pero la vida es caprichosa, y le pone en su camino después de años sin verse. Ahora Julia ya no sabía lo que quería. (Esta historia es un au, no tiene nada que ver con la academia...