Antes de lo que pensaba, llegaron las vacaciones navideñas.
Y ese día, 24 de diciembre, me encontraba esperando en la entrada de mi casa para irnos a la cena familiar.
Me giré al oír pasos apresurados por las escaleras, viendo a mi hermano mellizo correr hacia la puerta.
-Llegamos tarde.- dijo.
-Yo llevo aquí un rato ya.- repliqué.
Joan se encogió de hombros.
Entonces vi a Carlos bajar también y acercarse a nosotros.
Bueno, a mí.
-Qué guapa.- dijo, dándome un beso en la mejilla.
Yo le di un golpe leve con el codo, señalando a Joan con la cabeza.
-Encima de que te digo algo bonito...- dijo, yo no pude aguantar una risa.
-Oye, que estoy aquí.- dijo Joan, cruzándose de brazos.
-Míralo, se pone celoso de que no le demos cariño a él...- dije, y crucé una mirada con Carlos, que él entendió perfectamente, pues a los dos segundos estábamos abrazando a Joan cada uno por un lado.
-No puedo ni respirar.- dijo, yo le revolví el pelo.
-Igual de pesado que cuando era pequeño.
-Igual de tonta que cuando nació.- contestó, imitando mi tono de voz.
Entonces los dos nos reímos. Carlos nos miraba con ternura, y justo en ese momento apareció mi madre.
El viaje en coche fue silencioso, no tardamos mucho en llegar a casa de mi abuela, la cual me recibió con un abrazo.
-¡Carlos, que mayor estás! La última vez que te vi tenías solo doce años, y mírate ahora. ¿No está muy guapo, Julia?- dijo mi abuela, con su diarrea verbal habitual.
-Sí.
-Mucho mejor que el chico ese con el que saliste hace unos años, ¿cómo se llamaba?
-Javi, abuela.
-Ah sí, ese.- se calló unos segundos, y continuó con su bombardeo de comentarios que me hacían sentir incómoda- Bueno y qué, ¿habréis hecho cositas vosotros dos, no?
-¡Abuela!- exclamé- no, sólo nos llevamos bien.
-Pues es una pena.- dijo, luego cogió a Carlos del brazo y se lo llevó al interior de la casa.
Traté de no reírme, pero sabía que en ese momento le estaba haciendo un interrogatorio.
-Ya ni saludas, eh Juls.- oí una voz a mis espaldas.
-¡Pablo!- le abracé, era mi primo favorito.
Saludé a toda mi familia y me senté entre Carlos y Joan.
La cena transcurrió con normalidad, al menos hasta el postre, donde mi abuela volvió a hacer uso de sus preguntas incómodas.
-Bueno, ¿entonces tienes novia, Carlos?
-Eh...- podría afirmar que estaba pálido -algo así.
Traté de contenerme, pero no pude evitar mirarle mal al oír su respuesta, él se percató de esto, porque se puso más nervioso.
-Sí, si que tengo novia.- rectificó.
-Pues podrías haberla traído, y así la conocíamos, porque yo me acabo de enterar ahora.- dijo mi madre.
-Es que tenía cena familiar, y eso...
-¿Y cómo se llama?- preguntó una de mis tías.
En mi familia no eran más cotillas porque no se lo proponían.
-Ju... Alba, se llama Alba.- dijo, poniéndose rojo.
-Sí claro, no te jode...- susurró Joan.
-¿Y cómo es?
Carlos acarició mi rodilla por debajo de la mesa, lo que me hizo recordar el numerito que montamos hace un par de meses en el comedor del instituto, y deseé que no tuviese las mismas intenciones esa noche.
-Pues es increíble, es la mejor persona que he conocido.- dijo, subiendo su mano por mi pierna- es muy dulce, aunque también es divertida, no sé... Es perfecta.
Tuve que cogerme con fuerza al reposabrazos de la silla, en parte por sus palabras, y en parte por su mano.
-Míralo, si está enamorado y todo...- comentó mi prima, y entonces lo supe.
Esto sólo acababa de empezar.
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Gracias por leer, mañana más.✌🏽
PD: sé que es un poco mierda el capítulo, pero bueno...
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Lo Siento; julright
FanfictionJulia no quería volver ver a Carlos, y mucho menos enamorarse de él. Pero la vida es caprichosa, y le pone en su camino después de años sin verse. Ahora Julia ya no sabía lo que quería. (Esta historia es un au, no tiene nada que ver con la academia...