Lo Siento; julright

- capítulo 26 -

-¿Pero cómo se te ocurre meterme mano delante de todos?

Carlos se encogió de hombros inocentemente, sabía que lo había hecho para devolverme lo de esta mañana.

-Pues ahora te quedas con las ganas.- dije, haciendo amago de salir del baño, pero él me frenó.

-Venga ya Juls, llevo días con las ganas, y tú también.

-Pues te jodes, adiós.- salí de allí, encontrándome con Marilia.

-¿Con quién hablabas?- preguntó.

-Con nadie.- mentí.

-Me ha mandado Joan a buscarte, me voy a vuestra casa, ¿sabes dónde está Carlos?

-Eh... No, ni idea.

-¿Estás bien?- preguntó, mirándome con preocupación.

-Sí, tranquila.- dije, cogiéndola del brazo.- anda vamos.

***

-¿Alfonso viene?- pregunté.

-Sí, ahora llegará, tampoco tenemos nada que hacer.- contestó África, que miraba su móvil tumbada con la cabeza encima de las piernas de Famous y los pies sobre Damion.

-Chicos, ya estoy.- dijo Alfonso, llegando hasta donde estábamos.

-Tampoco parece que se vayan a mover.- comenté, admirando el panorama. África, Famous y Damion en un banco, Dave a su lado contándoles chistes en un intento de que se moviesen, pero por más que lo intentase, seguían a lo suyo.
Natalia y Alba se estaban liando en nuestras narices apoyadas en una pared, Joan hablaba con Miki, María, Noelia y Marta. Marilia y Sabela estaban algo apartadas del resto, y Carlos se encontraba detrás mío, notaba su mirada clavada en mí.

-¿Qué miras tanto?- me giré hacia él.

-¿Te lo digo?- preguntó, con cara de pícaro.

-Ay mi Carli.- dijo Alfonso, provocándome a mí una carcajada.

Después de un rato más así, María propuso ir a cenar, pero al ser dieciséis y que ya era tarde, no encontramos sitio, ni siquiera en locales de comida basura.

Al final acabamos en un supermercado comprando cosas ya preparadas, que después nos comimos en los mismos bancos en los que estábamos antes.

-Acabo de tener una idea.- dijo Marta, pegando un salto.

***

-¿Cuándo hemos decidido que esto era buena idea?- preguntó África, acurrucándose entre Famous y Damion.

-Pues Natalia ha empezado a traer botellas de su hermana y a todos nos ha parecido buena idea.- contestó Dave.- Carlos, no cojas tú toda la manta.

-¿Y cómo le vas a devolver esto a Amaia?- Alba se giró hacia Natalia.

-En unos meses cumplo dieciocho, ya veré.- la pelinegra se encogió de hombros.

-Esto es una mierda.- intervino Joan.

-¡Pero si es genial!- exclamó Marta.

-Claro, porque se te ha ocurrido a tí.- María hizo uso de su sarcasmo.

Estábamos tumbados sobre el césped de mi casa, ya que era la única en la que nos habían dado permiso.

Mi madre estaba en casa, por lo que intentábamos no montar escándalo.

Aunque se quedaba en un intento, como siempre.

Habíamos cogido mantas y pretendíamos dormir allí mismo, todos juntos.

Al principio estábamos todos ilusionados, luego empezaron las discusiones por compartir manta, los comentarios salidos...

Habíamos bebido poco, pero lo suficiente para que algunos se viniesen arriba con esto.

Sin darme cuenta, fui yo la primera en dormirme, quedando completamente ajena a las conversaciones de mis amigos.

Olvidándome de la apuesta que habíamos hecho.

__________

Gracias por leer, mañana más.✌🏽