- capítulo 40 -

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~ -¿Dónde estás?
-No puedo decírtelo, olvídame.
-Yo te quiero...
-Se acabó Julia, despierta. ~

Desperté sobresaltada, lo poco que había dormido y mi estado emocional hacían que me pareciera misión imposible ir a clase.

Me levanté y caminé por la habitación arrastrando los pies.

Cojí lo primero que pillé del armario y me lo puse, solamente me peiné con las manos, no tenía ganas de ir hasta el baño.

Bajé a desayunar y salí, en unos minutos andando ya estaba en la puerta del instituto.

Las clases pasaron como siempre, lentas y aburridas. No conseguí prestar atención a absolutamente nada.

Me senté en las escaleras de la entrada, ya no quedaba nadie en el recinto escolar.

Escondí la cara en mis rodillas y me quedé pensando en el sueño que había tenido aquella noche y las anteriores.

¿Qué significaba eso?
Era tan breve, pero tan real...
Lo sentía como si me pasase de verdad.

Pensándolo de manera razonable, era normal tener ese tipo de sueños estando tan sensible, pero la situación me superaba.

Las palabras que mi madre me había dedicado la noche anterior me llegaron a la mente de repente.

"No te preocupes, está bien, pero es complicado."

¿Complicado? No lo sabía ella bien...

No había querido contestarme a la pregunta de si volvería, ni tampoco me había dicho nada que me sirviese.

¿Volvería? Claro, o al menos eso pensaba yo, porque, ¿cómo no iba a volver?

¿Pero y si no era así? Quizá no volvía, ahora podía buscarse la vida por sí mismo.

Vuelve, por favor.

Miré el móvil, no me había llamado, aunque yo a él le había llamado como cincuenta veces.

No era una novedad, pero me dolía.

No podía evitar acordarme de mi yo de años años atrás, la Julia indefensa que no entendía sus sentimientos, la Julia dolida y que se machacó a sí misma por que él se había ido, porque le había rechazado.

/ -¿Qué importa que ellos se separen? Nosotros podemos seguir viéndonos.
-Eso no es tan simple, Julia.
-Pero...
-Lo Siento, no te quiero. /

Me recordé a mí misma que las cosas habían cambiado, que ya no teníamos doce o trece años.

Que habíamos empezado algo de verdad.

¿Dónde estás? Vuelve.

Mi móvil vibró, indicándome que tenía un mensaje.
O quizá que como lo estaba empapando en lágrimas no iba.

Natalia:
Ven a mi casa, tengo algo que decirte.

Ignoré su mensaje, no tenía ganas de hacer nada.

Decidí que ya era hora de ir a mi casa, así que me levanté y comencé a andar.

Entonces alguien me cogió del brazo, pillándome desprevenida.

Y al mirarle, sin saber muy bien por qué, comprendí que la situación era mucho más enrevesada de lo que me parecía.

Y que aquella tarde sería larga.

__________

Perdón (aunque aún no sabéis muy bien por qué) 💔

Por cierto, estoy segurísima de que nadie de vosotrxs se imagina quién es la persona del final del capítulo.

Y por si no lo habéis entendido: lo del principio es un sueño de Julia, lo que está ente barras es un flashback pequeñito, y el resto de las cursivas son pensamientos que tiene ella en ese momento.

Gracias por leer, porque me da un poco de miedo que no os guste este giro y dejéis de leer el fic...

Lo Siento; julrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora