- capítulo 48 -

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Sentados en la alfombra de casa de Miki, las conversaciones fluían de manera natural, como siempre.

Que si Marta había descubierto una película, que si Alba y Natalia hacían otro mes más, María haciendo el tonto, Marilia contándonos cualquier cosa que hacía que se nos cayese a todos la baba con ella, Alfonso bailando, Damion con sus composiciones improvisadas, los piques entre él, Famous y África, que acababan en abrazos u otros gestos de cariño...

Pero de alguna manera, algo había cambiado.

Carlos tenía la mano apoyada en mi pierna, y hacía suaves caricias en ésta, gesto que no pasaba nada desaparecido para nuestros amigos, que de vez en cuando nos echaban miradas.

Ninguno nos había dicho nada, y nosotros tampoco les habíamos aclarado nuestra relación, era todo una nube de incertidumbre, al menos para ellos.

Pensé en cómo y cuándo explicárselo todo. Podría hacerlo en ese mismo momento, pero no sabía cómo sacar el tema.

Al final dejé de pensar en aquello, volviendo a fijar la atención en mis amigos, aunque al haber estado un rato perdida en mi mente, ya no sabía hacia dónde tiraba la conversación.

Apoyé la espalda en el sofá, cerrando los ojos por un momento.

-¿Estás cansada?- preguntó Joan, acercándose a mí.

-Un poco, entre los exámenes y todo lo que ha pasado...- respondí, apoyando la cabeza en el hombro de mi hermano, y ganándome un pequeño quejido por parte de Carlos, pues me había alejado un poco de él.

-Carlos, sobras...- dijo Joan, aguantándose la risa.

-La verdad es que no.- respondió.

-Ya se ha picado...- comenté.

-No.

-Sí.

Se cruzó de brazos, yo le atraje hacia mí, y entonces dejó un beso en mi mejilla.

Joan nos miraba sonriendo.

-Voy a por agua, ¿alguien quiere algo de la cocina?- preguntó Miki, captando la atención del resto, que seguía a lo suyo.

La mayoría negaron con la cabeza.

-¿Tienes palomitas o algo así?- preguntó África- Tengo hambre.

Miki asintió, y mientras se levantaba, Carlos habló.

-Yo voy a por agua también.

-Tráeme un vaso, novio.- dije.

Carlos entendió por qué lo había hecho, y sonrió de manera traviesa.

-Claro, novia.- contestó, antes de darme un pico.

Y cuando hubieron desaparecido por la puerta, María empezó a hablar.

-Es que lo sabía, y algunos me tomábais por loca...

-Yo también me lo olía.- dijo Alba- desde el día en el que ésta llegó con un chupetón y el otro comportándose rarísimo.

-Yo los pillé por la calle, pero no me vieron.- confesó Marilia, para sorpresa de todos.

-¿Y no me dijiste nada? Yo me he enterado hoy.- le reprochó Sabela, a lo que ésta sólo se encogió de hombros, sonriendo.

-Pues yo no tenía ni idea.- dijo Damion.

-Ni yo.- le siguió Famous.

-Porque sólo lo sabía yo.- dijo Dave, con aires de grandeza.

-De eso nada, Dave, el primero en saberlo fui yo, mucho antes de que empezasen a salir.- contestó Miki, volviendo.

Algunos me miraron, esperando a que confirmase esto último, yo sólo asentí.

-Tuve que tragarme horas de Carlos contándome sus dramas, las mil llamadas de Julia con todos los detalles y las ralladas de ambos, pero mereció la pena.- continuó hablando Miki, tras el pequeño silencio.

-¿Cómo que todos los detalles?- preguntó Carlos, de repente.

Me encogí de hombros, haciendo esfuerzos por no sonrojarme, pero fueron en vano.

-Todos los detalles son todos los detalles.- Miki me miró de manera acusatoria, yo ya no sabía dónde meterme.

-A mí me contó Julia que estaba pillada una noche de fiesta. Iba más bebida la pobre...- Natalia retomó el ritmo anterior de la conversación.

-Espera... ¿Cuando vomitó en una planta era por eso?- preguntó Alba, abriendo mucho los ojos.

-Bueno, ya es suficiente, ¿no?- intervine.

-No sabía yo que sufrías tanto por mí...

Me giré hacia mi novio, que me miraba con una sonrisa pícara.

-Mira quién fue a hablar, el que se pensaba que me gustaba Miki y se enfadó...- contesté.

-Y tú creíste que la canción era para otra...- dijo, yo le pegué un leve golpe en el hombro, volviendo la vista al suelo.

-Pero no te enfades...

No contesté, y entonces posó sus labios en mi cuello, dejando un beso ahí, antes de bajar a mi hombro y hacer lo mismo.

Como veía que yo no reaccionaba, cosa que me costaba horrores, me abrazó por la cintura, y entonces yo dejé de resistirme y le besé, primero tiernamente, después con más intensidad.

Un carraspeo proveniente de mi derecha nos hizo separarnos.
Le lancé una mirada asesina a Joan y apoyé la cabeza en el hombro de Carlos, abrazándome a él.

Mis amigos siguieron hablando, haciéndonos preguntas, algunos soltando comentarios poco inocentes, y otros, como Marilia, dando palmas y diciendo lo mucho que se alegraba por nosotros.

Me sentía en paz allí, con esas quince personas que se habían convertido en mis confidentes a lo largo de los años, y sin tener que esconder una relación.

Era perfecto.

__________

Me pasa que empiezo los exámenes finales y no sé cómo terminar esta historia, pero poco a poco...

En este momento no tengo ni idea de si queda un capítulo o diez, por así decirlo, no tengo nada escrito, por lo que a lo mejor mañana no haya capítulo.

Pero lo más probable es que este finde o la semana que viene se acabe la novela... 🤧

Gracias una vez más por leer.💙

Lo Siento; julrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora