- capítulo 45 -

1.3K 64 14
                                    

Reforcé el agarre de nuestras manos, sabiendo que ese gesto tan simple le reconfortaría.

-¿Estás mejor?- pregunté.

Asintió.

-Sorprendentemente, sí.

Nos quedamos unos segundos en silencio, observando el lugar, hasta que fue él quien decidió que ya era hora de irse de allí.

Cruzamos la puerta del cementerio con las manos aún entrelazadas, y una vez estuvimos fuera, me abrazó.

-Gracias por acompañarme.- dijo, dejando a la vez un beso en mi frente.

Yo sólo sonreí, separándome ligeramente de él para mirarle a los ojos y acariciar su rostro.

En momentos como ese sobraban las palabras.

-¿Quieres ir a comer?- preguntó.

-¿No es muy pronto?- respondí, alzando una ceja.

-Tómatelo como un almuerzo si quieres, pero tengo muchísima hambre...

-Vale, pues vamos donde tú quieras.- accedí, dándole un pequeño beso en los labios.

-Piensa que nuestra primera cita ahora que hemos vuelto.

-Ah, ¿que hemos vuelto?- pregunté, aún sabiendo que sí.- Pues fíjate, pero a mí no me has pedido nada...

Negó con la cabeza, riendo.

-Pues ahora vas a tener que esperar un poco.

***

Salimos del sitio donde habíamos comido, porque sí, al final se nos había ido el tiempo y comimos.

-Nos quedan unas horas a solas, a menos de que lleguemos a casa y estén Marta y Marilia aporreando la puerta, cosa muy probable.- dije, mientras esperábamos en la parada del bus.

-Habrá que explicárselo todo...

-Bueno, no tenemos por qué.

Se encogió de hombros, y dejamos el tema, al menos por el momento.

Un rato después estábamos entrando en el salón de nuestra casa, con una tranquilidad asombrante.

-¿Dormimos la siesta?- preguntó, haciendo un puchero.

-Eres un vago... Pero vale.

Pero antes de dar un paso tiró de mi mano, haciendo que cayésemos los dos encima del sofá.

-Y ahora la mantita por encima del bebé.- dijo, cubriéndonos a ambos con la manta.

-El bebé quiere que le abraces.- dije, haciendo uso del apodo que acababa de ponerme.

Y sin mediar palabra me abrazó, haciendo caso a mis órdenes.

Quizá fuese por las emociones de los últimos días, o quizá fuese por las caricias en el pelo, pero tardé relativamente poco en dormirme entre sus brazos.

Me sentía en casa de nuevo.

__________

Este capítulo es más bien cortito, pero me he puesto súper soft escribiéndolo, jo, mis niños...🤧💖

Hasta mañana :)

Lo Siento; julrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora