- capítulo 43 -

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Carlos

00:05

El aire frío recorrió mi espalda pese a las capas de abrigo que llevaba encima.

Di una patada al suelo.

Estaba frustrado, enfadado conmigo mismo.

Lo peor era que cuando pensaba en ella me daba cuenta de que solamente lo hacía por puro egoísmo.

Me había alejado de la única persona que me podría ayudar, ahora me tenía que joder.

Pero mi cuerpo y mi corazón iban más rápido que mi cabeza, lamentablemente.

02:39

Ya no quedaba nadie en la estación, pues las pocas personas que viajaban de noche se habían ido hacía poco menos de una hora.

¿Por qué no había cogido el tren? No lo sabía ni yo.

Compré algo de comida en una cafetería de esas que abren las veinticuatro horas del día y volví a sentarme en el suelo.

Traté de pensar con claridad, pero nada, estaba en blanco.

Sin darme cuenta me dormí.

06:45

Desperté por un leve zarandeo en mi hombro, abrí los ojos, encontrándome con una mujer, que tendría más o menos cuarenta años, mirándome.

-Chiquillo, por fin te despiertas, ¿qué haces aquí sólo?- preguntó, y por su acento supuse que era de Granada.

-Es una larga historia.- contesté, incorporándome lentamente.

-¿Cómo te llamas?- preguntó de nuevo, mirándome con dulzura.

-Carlos, ¿y tú?

-Mamen.- dijo, sonriente.

Miré hacia arriba, no sabía muy bien qué decir.

-Seguro que tienes hambre, te invito a desayunar.- propuso y yo estaba tan agotado que no me negué, algo en ella me daba confianza.

07:15

-Siento mucho lo de tu padre...

Me encogí de hombros, estaba aprendiendo a restarle importancia.

-Es algo que sabía desde hace tiempo, pero me negaba a aceptarlo.- dije- quizás si lo hubiese aceptado antes habríamos pasado más tiempo juntos estos últimos meses, pero no quería ir a verle, me daba... pena.

Nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que Mamen se levantó.

-¿Quieres que te lleve a algún sitio?- preguntó, y supe lo que quería decir en realidad.

¿Debía ir a buscarla?

En realidad la pregunta era, ¿me mandaría a la mierda si lo hiciese?
Probablemente sí.

-Vale.- contesté, suspirando.

07:45

Después de darle las gracias mil veces a Mamen y despedirme de ella, tuve una conversación telefónica con Maribel, que para mi sorpresa me dijo que suponía que volvería.

Dejé las maletas y cerré la puerta de casa, antes de salir corriendo.

Quedaban menos de quince minutos.

Corrí lo más rápido que pude, sin mirar atrás. No sabía lo que haría al llegar, no sabía qué decir, no pensaba en nada, salvo que iba tarde.

Volví a mirar la hora, 07:52

Avancé un poco más, y entonces la vi.

O más bien les vi, estaban los quince en la entrada del instituto.

Me quedé paralizado, hasta que hicieron un amago de entrar al edificio, y eché a correr, una vez más, hacia ellos.

-¡Julia!

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Siento no haber actualizado estos últimos tres días, por motivos personales no he tenido casi tiempo, y no podía subir algo de relleno, quería que me quedase bien el capítulo, así que me lo tomé con calma.

Gracias por leer. 💖

Lo Siento; julrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora