- capítulo 27 -

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Me desperté, algo desubicada, intentando acostumbrar mis ojos a la cegadora luz del sol.

Recordé dónde estaba y traté de levantarme, pero me di un cabezazo contra Dave, el cual se encontraba de rodillas a mi lado, observándome.

-Ya de buena mañana dando por culo...

-Eso solo yo.- susurró Carlos en mi oreja, consiguiendo que me sobresaltase.

Me di cuenta de que estaban todos despiertos, mirándome.

-¿Qué os pasa?

-¿Recuerdas la apuesta?- preguntó Miki.

Le miré unos segundos sin entender nada, y entonces me acordé.

Joder, la apuesta.

-No pienso cumplirla.- dije, levantándome.

-Claro que la vas a cumplir, fuiste la primera en dormirte.- Noelia me cogió de la mano, sabía a dónde me llevaba.

-Que no, que estamos en noviembre y hace frío.

-Va Juls, una apuesta es una apuesta, dijimos que la primera persona en dormirse tenía que tirarse a la piscina nada más levantarse.- dijo Sabela.

Me cogieron entre varios como si fuese esto Semana Santa, y me llevaron a través de mi casa, hacia la piscina, la cual estaba al otro lado.

Empecé a chillar cosas sin sentido, maldiciéndoles a todos, ellos solo reían.

Antes de poder evitarlo, estaba cayendo en el agua.

-Yo os mato, de verdad.- dije sacando la cabeza a la superficie.

Me miré a mi misma a través del agua, no llevaba las botas, lo que era un alivio. Sin pensarlo demasiado, me quité la falda y la camiseta, me daba igual que me vieran mis amigos.

Le lancé las prendas a María y me sumergí de nuevo, acostumbrándome a la temperatura del agua.

-Venga sirenita, sal que estos ya se están yendo.- dijo Carlos, mirándome desde arriba.

-Ven conmigo.- le pedí.

Él sonrió y me dijo que esperase un momento, fue a despedirse de los que ya se iban, y finalmente se metió conmigo en aquella piscina.

Me tomó por la cintura, dándome un beso tierno.

-Nos pueden ver.- dije, riendo al ver su cara de pena.

-Pues que miren.

-Que tonto eres.

-Y tú que guapa.

Le di un pico y salí de la piscina, él vino detrás.

-¿Tienes frío?- preguntó, tendiéndome una toalla.

-Que mono eres.- dije, sonriendo como una tonta.- Voy arriba a ducharme, no entres en el baño.

-¿Eso significa que quieres que entre?

-Eso significa que me quiero duchar tranquila.

Puso un puchero, yo negué con la cabeza, riendo.

-¿Quieres que vayamos a dar un paseo luego?- propuse.

-¿Estoy soñando o me acabas de pedir una cita?

Me encogí de hombros.

-Acostúmbrate.

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¡Capítulo extra por las 7K de lecturas! ✨✨✨

Sois increíbles jo, vamos a 1k por día, gracias.💖

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