Lo Siento; julright

- capítulo 15 -

Llegué a mi casa después de las clases, ese día estaba especialmente cansada.

-¿Qué tal estás?- Carlos me abrazó por la espalda, haciendo que me sobresaltase.

-Ay Carlos, qué susto.- dije exagerando el gesto de ponerme las manos en el pecho, a lo que él se rió.- pensaba que estabas con Dave.

-Me apetecía pasar tiempo contigo.- su comentario hizo que yo me derritiese, y no dudé en rodearle con mis brazos de manera tierna, a lo que él me correspondió con un beso en mi frente.

Levanté la cabeza para darle un pequeño beso en la nariz.

Nos quedamos a escasos centímetros, alternando la vista entre los ojos y los labios contrarios.

Nos acercamos poco a poco, y justo cuando estábamos a punto de besarnos, se abrió la puerta, haciendo que nos separasemos de golpe.

-Hola, ¿qué hacéis?- dijo Joan entrando en casa.

-Pues nada, en realidad.- contestó Carlos, encogiéndose de hombros.

No sabía cómo lo hacía para estar así de tranquilo, pero yo tenía ganas de matar a mi hermano.

-Juls, te he preguntado que si quieres venir al cine conmigo y Miki. ¿Estás bien?

Miré a mi hermano mellizo.

-Eh, claro que sí, me cambio y vamos.- dije pasándome la mano por la cara, en un intento de despertarme de la ensoñación que estaba viviendo, y es que no podía dejar de pensar en que casi nos besamos.

***

-Mira que habéis elegido una película aburrida, con todas las que había...- dije saliendo de la sala de cine.

-Se ha hecho tarde, ¿vamos a cenar?- preguntó Miki, sin hacer mucho caso a lo que yo había dicho.

Asentí.

Una vez en el sitio, tuvimos que esperar porque no habían mesas, pero cuando estuvimos sentados, cenamos con calma y entre risas.

-Voy al baño y a pagar.- dijo Joan levantándose de la mesa.

-Vale, te esperamos aquí.- contestó Miki.

-No, mejor vamos Miki y yo fuera ya y tú cuando hayas pagado sales, ¿vale?

Ambos me miraron extrañados, pero accedieron.

-Tengo que hablar contigo.- le dije a Miki una vez estuvimos solos.

-Lo suponía, ¿qué ha pasado?

-Casi nos besamos, pero Joan nos ha interrumpido, y me ha dado mucha rabia.

Miki era la única persona que conocía absolutamente todos los detalles de mi historia con Carlos, era el único al que le podía contar aquello sin miedo a que me mirase mal.

Sabía que podía confiar en él, y sabía que me iba a ayudar siempre, pasase lo que pasase.

-¿Lleváis desde el día de la discusión sin daros un beso? Porque no lo parece, lleváis unos días bastante cariñosos el uno con el otro.- dijo Miki.

-Pues sí, y no sé, por una parte me gusta estar así, tampoco creo que sea buena idea si avanzamos, por los lazos familiares y eso...- suspiré cansada, apoyando la cabeza en el banco en el que estábamos sentados.

-Pero...

-Es que... También es como que siento que no podemos seguir así. Tengo ganas de comerle la boca, sinceramente.

Miki se rió.

-Y tampoco sé qué siento exactamente por él.- dije.

-¿Te lo quieres tirar?- preguntó.

-Hombre, pues claro.- admití- ¿quién no?

-Ahí llevas razón, pero... ¿Crees que si te lo tiras se acabará todo esto, o va más allá?

-¿Qué crees tú?

-Julia, eso es algo que me tienes que decir tú, yo no estoy en tu cabeza, no sé lo que sientes.

Asentí, tenía sentido.

-Pues... Creo que va más allá de un polvo, de hecho, va muchísimo más allá, creo que me estoy...- justo cuando me estaba sincerando por primera vez, llegó Joan.

Quería mucho a mi hermano, pero me estaba cansando de que siempre interrumpiese los momentos importantes.

En el camino de vuelta a casa estuve dándole vueltas a mi conversación con Miki, dándome cuenta de lo que había estado a punto de decir.

Dándome cuenta una vez más de todas las consecuencias que aquello conllevaba.

¿merecía la pena todo eso?

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Se viene una montaña rusa emocional...