- Sigo sin entender por qué me acuesto contigo, Marcel. - dijo mientras se abrochaba la camisa, sentada sobre el colchón.
Yo sonreí, todavía recostado.
- Porque soy el mejor en la cama.
- Qué fanfarrón. - se rio Prim antes de sacarme la lengua.
- Con que esas tenemos... - reí.
La abracé por la espalda y la empecé a desnudar de nuevo.
- ¿Otra vez? No sé ni para qué me intento vestir, siempre acabamos igual...
- La culpa es tuya, por intentarlo. - dije entre besos a su cuello.
- Qué cara tienes... - miró el reloj - Venga, Marcel, casi es la hora.
- Que se esperen. - empecé a acariciarle la cintura.
- Marcel, lo digo en serio.
Suspiré.
- Ya me recordarás la próxima vez por dónde íbamos. - dije soltándola.
Fui al baño a lavarme los dientes y a arreglarme para el encuentro. Lo más probable era que lo estuviese haciendo en vano: al verme se irían. Estaba convencido.
Prim cogió su vestido (que había dejado sobre la silla) y lo intentó alisar un poco.
- Podría traer un poco de ropa aquí. Ya sabes, pasamos juntos mucho tiempo y... - dijo desde la habitación.
Aquello me puso alerta. Prim y yo éramos amigos, nos acostábamos, pero amigos, ni más ni menos.
- Sí, podrías... - intenté escurrir el bulto - Pero tampoco tengo mucho espacio en los cajones.
- Este está vacío.
- Pero se llenará pronto.
- Marcel, no me mientas. - se rio - ¿Lo entiendo, vale? Sólo amigos. Si no quieres que traiga aquí mi ropa, dímelo y ya.
Ella entró en el baño y me dio un abrazo mientras me peinaba.
- Intenta portarte bien, ¿vale? - me puso morritos, burlona.
- Siempre me porto bien, soy un caballero. - reí.
- Los dos sabemos que no. - dijo riendo.
Me dio un beso en la mejilla y volvió a la habitación a calzarse.
- ¿No te irás a poner un traje, verdad? - bufó.
- ¿Qué si no? - contesté desde el baño.
- Oh, por favor, sabes que mi padre los odia. Siempre dice que eres un pijo.
- ¿Sigue hablando de mí? Eso es buena señal. - reí.
- Sólo cuando sale Bélgica en la tele. - se rio.
- ¿En serio? - protesté de broma - ¿Soy sólo "el belga" para él? ¿Después de todo lo vivido juntos? Podía llamarme cerdo, manipulador, cerdo manipulador... ¿¡Y sólo soy "el belga"!? - escuché a Prim reír desde la habitación - Me parece muy xenófobo por su parte.
Salí del baño y me apoyé en el marco de la puerta, ya vestido.
- ¿Qué tal estoy? - pregunté con algo de vergüenza.
- Pijo.
- Ja, ja, ja, qué graciosa.
Salimos de casa y montamos en mi coche. No había tráfico y llegamos enseguida al punto de reunión. Prim me miró mal.
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Los crímenes de Marcel Peeters
ActionMarcel Peeters es una persona manipuladora, inteligente, pero sobre todo ambiciosa. Prueba de ello es su reciente interés en acceder al mundo del tráfico de drogas. Para ello deberá recuperar a su grupo de socios que, tras una estafa fallida en el p...