Chica Coraza. Marco Asensio

Capitulo 17-Loco.

Estamos cenando todos animadamente en el hotel, mañana tienen el partido y están bastante tranquilos.

Estoy sentada entre Ceballos e Isco, enfrente tengo a Lucas, Nacho y Marco, y en el lateral de la mesa está Adam presidiendo la mesa.

-Dios que sueño tengo-digo bostezando-En cuanto termine la cena me voy a dormir de cabeza.

-¿Qué pasa eres Cenicienta y viene la carroza?-pregunta Ceballos riendo y nos unimos a su risa.

-No, pero estoy cansada, no soy los únicos que trabajáis, ¿Verdad Adam?

-Cierto, hoy hemos tenido una tarde movidita mientras entrenabais.

-¿Y eso por qué?-pregunta Nacho intrigado.

-Pues porque había una máquina nueva y estaba en francés, así que imagínate a un alemán y a una mitad griega mitad española intentando saber lo que pone.

-¿Y al final qué pasó?-pregunta Lucas.

-Que llamamos a Benzema y nos tradujo lo que ponía-respondo riendo y sueltan una carcajada-Bueno mis amores, me retiro ya, me voy a pegar una ducha y a dormir.

Me levanto de la mesa y me pongo la chaqueta que tenía en la silla, por la noche refresca un poco, y eso que estamos dentro del hotel.

Empiezo a andar para salir del comedor pero me pegan un grito.

-¡Fisio Cenicienta!-grita Isco y me giro para verle-¡No te olvides de dejar una deportiva delante de la puerta de mi pisha para que os podáis casar en un futuro!

Toda la sala empieza a reírse, yo incluida.
Le levanto mi dedo corazón y voy saliendo del comedor con sus risas de fondo.

Camino por los pasillos del hotel hasta que doy con el mío, el hotel es enorme y me pierdo con facilidad.
Me pongo delante de mí puerta y saco la tarjeta para pasarla por delante de la cerradura.

Entro y cierro la puerta, la ducha me está llamando a gritos y no voy a hacer el feo de pasar de ella.

Cojo ropa interior y un pijama corto, a mí se me ocurre venir con pijama corto sabiendo que luego refresca. Olé tú Selene, tan lista como siempre.

Entro en el baño y dejo las cosas encima del mueble del lavabo. Me desnudo y entro en la ducha para relajarme.

Escucho un ruido de unas pisadas y me alarmo un poco...bah, seguro que es Adam que ya ha llegado a su habitación. Las paredes del hotel parecen que son de papel.

El agua cayendo por mi espalda es lo mejor que hay ahora mismo en el mundo.
Me lavo la cabeza y el cuerpo y me quito toda la espuma.

Qué bien me ha venido la ducha dios mío.

Una tos hace que salga del trance y veo a Antonio apoyado en la puerta mirandome suciamente.

-¡Antonio!-grito asombrada y me enrollo rápidamente una toalla por el cuerpo-¿¡Qué coño haces aquí?!

-Que voy hacer preciosa, disfrutar de las vistas-contesta riendo y se empieza a acercar a mi-Nos lo vamos a pasar bien muñeca.

Me acorrala en la ducha y empieza a besarme el cuello. Intento alejarme de él pero me es imposible, estoy entre él y la pared y no puedo hacer nada.

Tiene un pestazo a cerveza que flipas...está borracho, no sé cómo se ha podido colar en mi habitación.

-¡Déjame Antonio!-grito poniéndole las manos en sus hombros intentando alejarlo de mi-¡Por favor déjame!