Chica Coraza. Marco Asensio

Capítulo 71-¿Le cambiaría?.

Abro los ojos y veo a Marco durmiendo a mí lado con el brazo en mi cintura y la mano en mi barriga.

La semana pasada nació el pequeñajo de Theo, es igual que Isco. Es precioso y tiene las mejillas rositas. En cuanto nos enteramos metimos los regalos en el coche y fuimos al hospital, parecíamos elfos de Papá Noel con tanto regalo.
Sigo manteniendo lo mismo, consentiré a ese niño todo lo que pueda y más.

Noto movimiento a mí lado, sube un poco la mano de mi barriga y me aprieta hacia él.

-Buenos días guapa-dice con voz ronca apoyando su cara en mi cuello-¿Cómo estás?

-Perfectamente guapo-contesto sonriendo girándome para tenerlo enfrente.

Tiene los ojos entreabiertos y el pelo despeinado, pero aún así sigue estando espectacular.

Me abraza hacia él y acaricia mi pelo, me da un beso en la frente y vuelve a cerrar los ojos.

-¿Nos podemos quedar así todo el día? Sería el mejor plan del mundo.

-Ojalá guapo, pero hay que levantarse.

Suelta un bufido y me mira serio...aunque poco le dura porque empieza a sonreír como un bobo.

-Eres guapísima, preciosa, una diosa-dice sonriendo y me da un beso en los labios-El embarazo te sienta de maravilla.

-Cariño, solo llevo dos meses.

-Me la pela, estás buenísima y punto.

Me da un beso y se levanta de la cama.
Que yo estoy buenísima dice, pues anda que él...ahí de pie, en boxer, despeinado...mis hormonas están a tope.

Yo también me levanto de la cama y voy al baño, con el embarazo siento unas ganas increíbles de ir al baño más a menudo.

Salgo y bajo las escaleras, el pequeñajo de Rome empieza a lamerme los pies y me agacho para acariciarlo. El perro es como el dueño, una vez que empiezas a acariciarle y a darle mimos, no quiere que pares nunca.

Unos pies se ponen al lado de Rome y levanto mi cabeza. Está Marco mirándome sonriente y estira su mano para ayudarme a levantar.

-¿Tengo que ponerme celoso de mi perro? El desayuno está listo, mi vida.

Le doy un beso en la mejilla y vamos a desayunar.
Galletas con zumo de naranja, mi desayuno favorito.

Marco se sienta a mí lado y empezamos a desayunar. Hablamos del bebé, va a ocupar la habitación de invitados más cercana a la nuestra. Esta casa tiene dos habitaciones de invitados, por si viene familia o amigos a visitarnos. Pero dentro de muy poco solo va a tener una.

(...)

Entro en la sala y veo a Nora y a Adam hablando tranquilamente...que raro que no se estén insultando.

-Buenas Seli, ¿Qué tal?-pregunta Nora sonriendo.

-De maravilla, ¿Qué tenemos para hoy?

Me siento en mi escritorio y enciendo el ordenador, Adam me ha pasado por correo el trabajo de hoy.

No saben nada del embarazo, los únicos que lo saben son los que estuvimos en el hospital. Con Marco decidimos esperar un poco, al menos que tenga tres meses. No quiero crear ilusiones y que luego pase cualquier cosa...Me encanta la idea de tener una personita dentro mía, pero también me aterra que la puedo perder.

-¿Sel estás bien?-pregunta Adam preocupado y asiento rápidamente-¿Y por qué lloras?

-No es nada Adam-contesto quitándome las lágrimas.