-Abrochensen los cinturones, nos disponemos a aterrizar, muchas gracias.
Miro por la ventanilla y veo como las luces de los edificios de Ámsterdam iluminan la noche. Quién nos hubiese dicho que el viaje era a Holanda.
Nadie sabe que estamos aquí.
A Marco le conté que tenía que ir a visitar a mi abuela de Grecia porque estaba teniendo unos problemas notarios con su casa. No le hizo mucha gracia que haya viajado el mismo día que iba a hacer lo nuestro de forma oficial.
Tanto al trabajo como a él les he dicho lo mismo, pero solo a Lucas Vázquez le he contado media verdad. Puede parecer mentira, pero es el único en el que confío de todos, sabe cómo mantener un secreto y despreocupar a los demás.
Si se lo hubiese contado a Isco, no hubiese aguantado tanto tiempo sin contarlo. Sabe cómo guardar un secreto pero hasta cierto punto, seguro que lo hubiese contado en cuanto viera a Marco.Aterrizamos y salimos del avión acompañados del hombre calvo. Desde que nos recogió en la puerta de casa no se ha despegado ni un solo momento de nosotros.
Veo mi maleta pasar por la cinta y rápidamente la pillo, la de Helios sale unos segundos más tarde y hace igual que yo. El señor calvo no ha viajado con maleta ni con mochila, solo va con lo puesto.
-Esperense un momento-dice el señor sacando su móvil-Tengo que hacer una llamada.
Pone su móvil en la oreja y empieza a hablar en holandés, por eso me sonaba tanto cuando lo escuché en mi casa. Tengo escuchado a Marco hablar con su abuela en holandés.
-Sel, ¿Huimos?-pregunta Helios mirando al señor-No creo que el bola billar se dé cuenta.
-¿Tú quieres dar un numerito nada más llegar a Amsterdam?-pregunto con los brazos en jarras-Te haría una llave de esas y acabarías en el suelo.
Helios frunce el ceño y cuando me intenta recriminar algo, el señor cuelga el móvil y nos pide que le sigamos. Vamos arrastrando las maletas por toda la terminal hasta que salimos del aeropuerto y vemos un coche de lujo esperándonos en la puerta junto a dos tíos enormes.
El señor habla con ellos y nos guardan las maletas en el maletero, nos montamos en el coche. Helios y yo nos montamos detrás junto a uno de los grandotes, el calvo va delante hablando con el otro grandote que conduce.
-Hermana, ¿Tú ves todo esto normal?-pregunta Helios susurrando-Nos recogen en casa, billetes de primera clase, escoltados por guardaespaldas y en un coche que vale más de lo que voy a ganar en mi vida, ¿Y si se han confundido y un multimillonario se cree que somos sus hijos?
-No digas tonterías Helios, yo tampoco estoy acostumbrada a tanto lujo pero demos un voto de confianza.
Veo que me llega un mensaje de Marco preguntándome que tal el vuelo y si ya habíamos llegado. Le respondo que todo perfecto y veo que me empieza a llamar.
-Mierda-digo nerviosa y atiendo la llamada-Hola Marco.
-¿Que tal guapa? ¿Ya estás con tu abuela?
-Que va estoy...de camino, hay un poco de tráfico. ¿Y tú qué tal?
-Bien, el entrenamiento nos ha ido de maravilla y al acabar hemos ido a firmar autógrafos y hacernos fotos-cuenta entusiasmado y sonrío levemente, el enorme que conduce le dice algo al calvo y asiente-¿Estáis con un guiri holandés?
-¿Por qué lo dices?
-Porque os ha preguntado si es a la izquierda.
-Ah pues ni idea...es que vamos en un autobús.
-Joe pues que silencio, parece que estás sola.
-Es que solo vamos mi hermano, el guiri y yo.
-Pues si quieres pásame al guiri y te traduzco.
-¡No!-exclamo y todos me miran-Se acaba de bajar, una lástima, te llamo más tarde que en dos paradas me bajo.
-Está bien, te quiero.
- Y yo a ti, chau.
Cuelgo y pego un suspiro. Helios suelta una carcajada y le doy un golpe en el brazo.
Lo que me faltaba, que ahora el enano se ría de mí.Seguimos en el coche, vamos por una carretera rodeada de campos y de grandes casas aisladas. Tengo que darle la razón a Marco cuando me contaba que Holanda era precioso, lo es, me encanta la naturaleza y que todo parece sacado de un cuento.
Paramos delante de una valla de seguridad y el chófer pasa una tarjeta, las puertas se abren y veo una casa como cinco veces más grande que la mía, con un jardín inmenso y varios coches de lujo aparcados alrededor.
-Sel, yo sigo pensando lo mismo.
-Yo estoy empezando a pensarlo también.
El coche para y nos bajamos, nos sacan las maletas y el calvo nos pide que le sigamos al interior. Abre las puertas y vemos un enorme salón lujoso y una lámpara de araña justo arriba de las escaleras.
-Esto es el recibidor-dice el calvo y los grandotes se llevan nuestras maletas-El señor García vendrá enseguida, no irse de aquí por favor.
Asentimos no muy convencidos y el calvo va a la otra punta del recibidor y se apoya en la pared mientras nos mira.
-Sel, fuera coñas que esto no puede ser-dice Helios mirando la sala-Hay muchos Garcías en el mundo, seguro que se han confundido.
-Habra muchos Garcías en el mundo, pero reconocería a mi pajarito y a mi campeón aunque hayan pasado cinco años sin dudarlo.
Nos giramos hacia dónde viene la voz y lo vemos allí parado apoyado en la barandilla de la escalera.
Esto no puede ser real, es él...de verdad, en carne y hueso...está vivo.Empiezo a llorar y salgo corriendo hacia él subiendo las escaleras todo lo rápido que puedo llegando al punto que casi me caigo, pero me da igual.
Me tiro a sus brazos y lo abrazo como nunca he abrazado a nadie.-¡Papá!-grito llorando abrazandole fuerte-¡Te he echado mucho de menos!¡Te quiero mucho!
-Y yo a ti pajarito-dice sonriendo dándome un beso en la frente-Nunca he dejado de pensar en vosotros.
Me separo de él y lo miro sonriente, está más cambiado, tiene muchas canas y alguna que otra arruga en la cara. Pero sigue siendo él, está vivo no me lo creo, es él de verdad.
Bajamos las escaleras y vamos junto a Helios, está de rodillas llorando en el suelo.
-Eh campeón que no pasa nada-dice papá tierno arrodillándose a su lado y abrazandole-Que estamos juntos Helios, ya está todo bien.
Se separa de él quitándose las lágrimas y pregunta lo que me disponía a preguntarle yo.
-¿Donde has estado papá?¿Y por qué no nos dijiste nada?
Mi padre se pone de pie y ayuda a mi hermano a levantarse, coloca un brazo sobre los hombros de cada uno y suspira.
-Es una historia muy larga niños, mejor será que descanséis y mañana os cuento todo lo que queráis saber. Pero os aseguro que desde ahora nadie os va a volver a hacer daño.
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Chica Coraza. Marco Asensio
FanfictionInsegura. Esa es la palabra que me define a la perfección. No soy la chica loca, feliz, que se pasa el día riendo como todos creen que soy. Es una coraza, cuando estoy en mi casa o sola soy yo realmente, una chica con miedo al fracaso o a decepciona...