Chica Coraza. Marco Asensio

Capítulo 64-Lo has superado.

Corro por los pasillos de Mestalla y veo a la ambulancia al fondo.

Los agentes de seguridad no me dejan pasar, pero les enseño mi acreditación y se hacen a un lado.

Llego hasta ellos y un médico pide que me pare y me tranquilice un poco.

-¿Dónde está?-pregunto nerviosa mirando a la ambulancia-Déjeme verlo por favor.

-Señorita por favor relájese.

Llevo las manos a mí cabeza y noto que el pecho me está doliendo al respirar.

Una auxiliar de la ambulancia se acerca a mí y lee mi acreditación.

-¿Selene?-pregunta dudando y asiento-Venga, el muchacho ha dicho su nombre varias veces al abrir los ojos.

Acompaño a la auxiliar a la ambulancia y lo veo allí tumbado, con la mascarilla puesta y un collarín.

-¡Marco!

Corro a su lado y le agarro la mano, gira su cabeza y me mira sonriendo cansado.

-Estás vivo...-digo llorando acariciándole la cabeza.

-Está estable-dice la auxiliar amablemente-El golpe que se llevó hizo que perdiera el conocimiento, no se preocupe, no tiene nada pero aún así nos lo llevamos al hospital para hacerle unas pruebas por si acaso.

-Vale-digo quitándome las lágrimas-¿A qué hospital lo llevan?

La auxiliar me escribe en un papel la dirección del hospital, cuando termine el partido voy hacia allí, tengo que avisarles de que está bien.

-Perfecto muchas gracias-contesto sonriendo y miro a Marco-En cuanto pueda estoy allí, no te voy a dejar solo mucho tiempo mi vida, iré lo más rápido que pueda.

Asiente cansado y le doy un beso en la frente.

-Todo está bien, no te preocupes-digo sonriendo dándole la mano-Y cuando digo todo, me refiero a todo.

Me bajo de la ambulancia y la auxiliar antes de montarse me dice algo.

-Tiene que ser alguien muy importante para el muchacho, en cuanto abrió los ojos preguntó por usted.

-Él lo es también para mí, cuídelo bien por favor

La auxiliar sonríe asintiendo y se monta en la ambulancia, cierra las puertas y se van del estadio.

Menos mal que está bien. Le llega a pasar algo malo y no me lo perdonaría jamás.

Camino hacia el campo de césped, tienen que saber que está bien. En una televisión que tienen colgada veo que quedan siete minutos para que acaben, y que han sentado a Isco en el banquillo...tiene que sentirse fatal.

Llego al césped y todas las miradas se centran en mi, hasta los jugadores han parado el juego al verme.

Levanto mi pulgar y sonrío asintiendo. Todo el estadio empieza a aplaudir y los jugadores sueltan un suspiro lleno de tranquilidad.

-¿Está bien?-pregunta Isco con ojos llorosos y asiento-¿De verdad?¿No tiene nada malo?

Me acerco a él y lo abrazo, está temblando de lo nervioso que está.

-Está bien Isco, se lo llevan al hospital para hacerle pruebas, pero no creen que tenga nada malo.

Zidane al escucharme sonríe aliviado. Todos estaban angustiados por Marco.

Reanudan el partido y me siento al lado de Adam, que sonríe al enterarse de que todo está bien.

El árbitro pita el final al llegar al minuto 90 sin dejar nada de añadido.