Capítulo 34-¿Qué haría sin él?.

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Noto como la luz de la ventana me da directamente en la cara y esto hace que me despierte. Ayer se me olvidó pasar la cortina o bajar la persiana.

Abro los ojos y veo la cara de Marco durmiendo. Nos quedamos dormidos en la misma posición durante toda la noche, abrazados, él con sus manos por mi cintura y yo las mías apoyadas encima de su pecho.

Por lo que puedo apreciar, tiene mejor pinta la herida de la ceja, se le ha quedado una postilla que para darte cuenta de ella tienes que fijarte mucho o tener la preciosa cara de Marco grabada a fuego en la cabeza. En mi caso son las dos cosas.

Muevo un poco las sábanas para verle el estómago y tiene moratones con la forma de los tacos de una bota de fútbol clavados en él. No sé cómo pudo pasar eso, supongo que luego me lo contará.

-Siento una presencia observándome-dice Marco con los ojos cerrados haciendo que me pegue un susto-Efectivamente, hay una presencia muy bonita mirándome-dice sonriendo con un ojo abierto-Buenos días guapa.

-Hola guapo, ¿Cómo te encuentras?

-Muerto-responde bostezando-¿Llevas mucho rato mirándome?

-Puede que si puede que no-contesto divertida y me da un beso en la frente-¿Y respecto a lo de ayer, como estás?

-Me noto la zona del estómago un poco dolorida-dice mirándose dicha zona-Lo bueno que mis asombrosos abdominales que te vuelven loca siguen aquí.

Ruedo los ojos y me deslizo de sus brazos para salir de la cama aunque por mucho que me pida a gritos quedarme en ella.
Por lo que se ve no ha perdido el ego y el buen humor de siempre.

Me pongo el pelo en un moño despeinado y miro mi móvil, dos llamadas perdidas del mismo número de siempre.
Suelto un bufido y Marco me mira extrañado.

-¿Pasa algo?

-Un número que no para de llamarme, y cuando lo cojo se quedan callados.

-Pues pasa de ellos-contesta riendo y le tiro un cojín a la cara. El mejor consejo del mundo, pasar de ellos, darle un premio a este chico.

-Y eso intento hacer listo, pero me molesta que también llamen a mi hermano-digo caminando hacia él y le destapo-Arriba, vamos a desayunar.

Pega un suspiro de cansancio y me mira divertido...miedo me da que se le está pasando por la cabeza.
Coje mi brazo y me tira encima suya para empezar a darme besos. Pone las manos en mi culo y aprieta.

Ya sé que tipo de desayuno quería.

Me levanto de él rápidamente y frunce el ceño molesto. Se levanta de la cama, se pone un pantalón de chándal que traía en su bolsa y una camiseta. Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras con su brazo encima de mi hombro.

Todavía no me creo que estemos saliendo formalmente, aunque a la prensa y al mundo de la publicidad no hemos dicho nada, más que nada porque me imagino que lo más bonito que me dirían sería guarra.

Pasamos por delante del salón y veo a mi hermano durmiendo abrazo a la chica de ayer por la noche. Se tuvieron que quedar dormidos viendo alguna película.

-Que monos son por favor-susurro mirandoles y Marco se ríe silenciosamente-¿Que te pasa a ti "Don Humor Mañanero"?

-Que no creo que digas lo mismo cuando sepas lo que hizo-responde divertido y le doy un golpe en el pecho-Aprende del mejor, obviamente de mí.

-Eres un cerdo-contesto indignada quitando su brazo de mis hombros.

Voy a la cocina escuchando su risa. Me parece muy fuerte que mi hermano le cuente estas cosas a él y no a mí, que a Marco hace cosa de una semana no lo podía ni ver, y ahora van de amiguis de toda la vida.
Aunque en verdad es normal que no me lo cuente, yo me pongo en su situación y creo que no se lo contaría...tiene que ser extraño cuanto menos.

Saco unas galletas y dos vasos para echar zumo, a Marco le pasa como a mí, odia el café y adora el zumo de naranja.

Se sienta en una silla y cuando dejo el vaso encima de la mesa, me agarra de la cintura y me atrae a él sentándome en sus piernas. Le miro con una ceja levantada y ronronea su cabeza en mi hombro como si fuera un gato.

-¿Que?

-Ala niña, que borde estás por las mañanas-responde sonriendo y esquiva un golpe que iba directo a su cara-Borde y agresiva, es que de verdad no sé cómo te aguanto.

-Ni yo a ti chaval, que aquí no eres un santo-contesto divertida mordiendo una galleta-¿Me cuentas qué pasó ayer?

Asiente despacio y le pega un sorbo al zumo antes de empezar a hablar.

-Yo estaba en el vestuario sentado de espaldas a la puerta, hasta que de repente algo impacta en mi cabeza y me caigo al suelo. Lucas había entrado y no paraba de decirme que si solo te quiero para un rato, que si te mereces a alguien mejor...

-¿Mejor como él?

-Eso fue lo que le dije yo-responde dándome la razón-Y ahí fue cuando se cabreó y me dió una patada en el abdomen. Me levanté y le di una ostia en la cara, bueno más bien dos. No paraba de decir que si te tenía que dejar, que eras una zorra que solo te interesa mi dinero y mi fama, y tal y cual.... Yo le di otra ostia, pero él me tiró una botella a la cabeza y me caí al suelo, y me dió otra patada en el abdomen y en la cabeza. Se fue del vestuario y luego ya llegaste tú.

Me quedo de piedra al escuchar a Marco y le doy un abrazo hundiendo mi cara en su camiseta. Al final todo fue por mi culpa, tiene un moratón y molestias por mi culpa...joder que mal me siento en serio.

-No pasa nada-dice Marco acariciándome la cabeza-Todo fue un susto y ya.

Niego con la cabeza encima suya y noto que sonríe.

-Te podía haber matado Marco-contesto apenada separándome de él para mirarlo a los ojos-Joder es que es todo por mi culpa, si no estuvieras conmigo nada de est...

-Si no estuviera contigo no estaría con la mujer que con solo una mirada hace que me vuelva loco y el tío más afortunado del mundo porque estás conmigo-contesta tierno mirándome a los ojos quitandome una lágrima-Que eres muy importante para mí Selene, que siempre quiero estar contigo y cuando no lo estamos, solo pienso en estarlo...Vale que el cabrón de Lucas me haya dado una paliza, pero lo he hecho por ti.

Me coge una mano y entrelazamos nuestros dedos. Veo en su mirada sinceridad y honestidad...dos cosas que le caracterizan mucho.

-Siempre te voy a defender de todos y de todo Sel-dice sonriendo mirando nuestras manos-No voy a permitir que te falten al respeto ni lo más mínimo, y sobretodo viniendo del imbécil ese, que por cierto, ¿Que le viste?

-Yo que sé-contesto apenada con la cabeza gacha-Supongo que porque era guapo y daba una buena imagen me creía que era el hombre perfecto.

-Pero vamos a ver mi niña-contesta sonriendo y pone sus manos en mis mejillas-Grabatelo a fuego lo que te voy a decir...que el hombre perfecto soy yo, y punto.

Suelto una carcajada y Marco sonríe triunfoso al ver que ha conseguido hacerme reír.

-Tú el ego no lo perderás nunca-contesto sonriendo levemente acariciandole la nuca-Si es que me ha tocado la Bonoloto contigo.

-Que va guapa, a mi me ha tocado el Euromillón contigo.

Sonrío y me acerco a darle un beso, que me sabe a gloria divina.
Sabe que decir en cada momento para alegrarme, enfadarme, reír...Dios mío de mi vida y de mi corazón bendito, no me quites a este hombre de mi lado, porque no sé qué haría sin él.



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Holi mis amores!!

Una preguntita, ¿Os gustaría que de vez en cuando Marco narre algún capítulo?

Os quiero mucho, ¡Un abrazo muy grandote!

Chica Coraza. Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora