Capítulo 37- Desconfianza.

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Narra Marco

-¡Que te den!

Selene sube las escaleras enfadada y entra a mi habitación. Lo más seguro es que se duche y se ponga algo de ropa.

Si es que yo también olvidarme que vienen hoy mi padre y mi hermano...como para no estar enfadada mi niña, es que con razón.

Pues anda que yo también llevo unas pintas, que solo me falta una pasarela para parecer un modelo de Calvin Klein.

-¿Problemas en el paraíso?
Me giro y veo a Igor mirándome divertido, camina hacia mí y me da un corto abrazo.
-Tienes buen gusto hermano.

-¿A qué te refieres?

-Espero que te espabile un poco, porque ni las directas pillas-contesta Igor riendo-He de admitir una cosa, tiene buen culo.
Miro mal, muy mal, a Igor y suelta una carcajada.
-Estás celoso bro, es toda tuya, solo hay que ver la forma en que la miras.

Me da un golpecito en la espalda y sale al jardín junto a mi padre, y el pequeño de Rome, que nada más verlos se ha puesto a dar saltos de alegría.

Solo en la forma en que la miro...Al final sí que voy a estar enamorado profundamente de ella como me dicen Isco, Lucas y Nacho.
Es la única persona que me hace sentir lo que siento nada más mirarla.

Creo que lo mejor sería que me pusiera algo de ropa yo también.

Subo las escaleras de dos en dos y escucho el ruido de la ducha. Sel se está pegando una ducha, espero que el agua le quite el enfado.

Saco un pantalón de chándal y me lo pongo junto a una camiseta Adidas blanca, no tengo intención de salir de casa hasta que sea la hora del entrenamiento.
Ahora solo me falta peinarme...pero Sel está en el baño y lo más seguro es que no me deje entrar ahí ni de coña.
Pero por intentarlo no pierdo nada.

Espero a que termine con el agua y escucho que abre la mampara de la ducha.
Doy dos toques a la puerta y espero a que me diga algo.

-¿Si?-pregunta con tono de voz normal.

-¿Puedo pasar?

-¡No!-responde gritando enfadada.

Seguro que me ha preguntado así porque no sabía quién podía ser.

-Venga va déjame pasar por fa, que tengo que peinarme.

Escucho un ruido y la puerta se abre de par en par.
Está con las gotas de la ducha cayendo por su piel, el pelo todo mojado y envuelta en una toalla. Que buenas vistas.

-¿Dónde tienes el secador?-pregunta mirándome enfadada.

-En el segundo cajón.

-Vale gracias.

Cierra la puerta de golpe y me quedo empanado.
La ha abierto solo para preguntarme eso. Es que es lista y todo.

Vuelvo a dar golpecitos en la puerta y escucho el secador. Ahora sí que no me va a dejar pasar.

Creo que sé cómo abrir la puerta, una vez Sandra se quedó encerrada y tuve que abrir la puerta con una cuerda.
Me separo de la puerta y busco por los cajones donde puede estar la dichosa cuerda.

El móvil de Sel empieza a sonar y miro quién es...Lucas H. ¿Que coño quiere ahora?...o peor aún, ¿Se estará viendo con él a mis espaldas?

Encuentro la cuerda y paso una mitad por arriba de la puerta, la otra me la quedo en la mano. Muevo mi mano hasta la altura del cerrojo y muevo el picaporte, listo, puerta abierta.

Chica Coraza. Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora