Capítulo 80-Chiquitín.

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Ya estoy en el trabajo, hace un tiempo que volví y estaba todo patas arribas. Mi sustituto no sabía organizar bien el papeleo y lo dejó todo desordenado, así que pasé unos cuantos días en casa ordenando papeles mientras que de fondo escuchaba a la Patrulla canina.

-Tia, lo que tienes que hacer es tirartelo y disfrutar, coño-dice Nora riendo-Que no te moleste, pero es que el chaval tiene un polvazo encima que quien fuera camiseta para estar pegada siempre a sus abdominales.

Le tiro un bolígrafo a Nora y lo esquiva. Adam nos mira mal y volvemos a trabajar entre risas.

-No sabía que te querías acostar con él-digo riendo mientras escribo un informe médico y me vuelve a tirar el bolígrafo-Buena puntería, gracias.

-Todo el puto planeta se lo quiere follar Selene-contesta divertida-Y todo el puto planeta te tiene una envidia que lo flipas tía, te vas a casar con él y tenéis un hijo, ¿Que más quieres?

-Nora Hernández, ¿Puedes dejar de hablar de Asensio y trabajar de una vez?-pregunta Adam serio y yo me empiezo a reir-Tu incluida Selene.

-No te pongas celoso alemanito-contesta Nora sonriendo y le manda un beso-Cuando quieras hacemos lo que ellos hacen tan bien.

Adam la mira enfadado, lo que causa nuestras carcajadas. Pero bueno, hay que trabajar.

No están saliendo, de vez en cuando tienen sus aventuritas de mayores y listo. Nora no quiere tener nada con nadie y Adam más de lo mismo, yo mientras que estén bien soy feliz, aunque sigan insultandose de lo lindo cuando quieren.
Que si cenutrio que si mononeuronal, que si cabeza buque que si payasa de circo barata...podrían hacer un recopilatorio de insultos y venderlos, tengo que decir que hay algunos muy originales.

Se abren las puertas y aparecen Marcelo y los pisha Bros, menos mal que vivo con Marco, porque sino llegaría a creerme que duermen juntos o algo por el estilo, un poco más y son siameses.

-Tengo un dolor en la espalda-dice Marcelo señalandosela.

-Te estás haciendo mayor Marce-dice Adam sonriendo y mueve su mano para que le siga.

Marco viene y me abraza por la espalda mientras que Isco empieza a cotillear mi escritorio. Coge una foto que tengo de mis Marcos favoritos y la mira con asco.

-Porque está el crío, porque si no sería una foto horrorosa.

-Tú sí que eres feo cabrón-responde Marco riendo y me besa la mejilla-¿Que te queda?

-Quince minutos más menos.

-Chavales-dice Nora levantándose de su mesa y se viene a la mia-¿Y la boda pa cuando? Porque aqui mucho amor y cursilerías pero no he escuchado ninguna fecha.

Miro a Marco y este me guiña un ojo.
-A final de la temporada, justo antes de la pretemporada nos casaremos-contesto sonriendo y Nora empieza a aplaudir-Queriamos esperar a que el chiquitín creciera un poco.

-Va a cumplir dos años, es perfecto.

-Pues que suenen las campanas-dice Isco riendo y empieza a mover los brazos-¡Nos vamos de boda!

(...)
(...)
(...)

-¡Como lo mates te mato Asensio!

-¡Yo también te quiero guapa!

Os explico que está pasando ahora mismo, Marco está con el niño en la piscina y su cabecita ha estado a milímetros del bordillo siete veces, si las he contado más que nada por los infartos que me han dado.

-¡Papi otra vez!

Y para colmo al niño le gusta.

Estoy organizando las mesas de la boda, el quién se sienta con quién, y es más complicado de lo que yo me creía. Marco se encarga de los vuelos de los familiares y los hoteles, junto a la luna de miel. Me dijo que la organizaba él enterita y que no quería que me enterase de nada.

Salen de la piscina y Marquito viene corriendo hacia mí enrollado en su toalla de perritos.

-¡Mami!-exclama sonriendo y le miro alegre-¡Guapa!

-Tú sí que eres guapo-respondo riendo y lo siento en mis piernas-Lo más guapo que hay en el mundo.

Marco se queja de fondo y Marquito le saca la lengua y empiezo a hacerle cosquillas por el cuerpo.

-¡Mami para por fi!

-Sel sigue, que el chiquitín ha intentado ahogarme varias veces-dice Marco sonriendo y se sienta en una silla que hay a mi lado-Lo más guapo soy yo enanin, no te confundas.

Marquito para de reírse y lo mira enfadado. El diablillo se va a revelar a Drácula.
-No, yo soy más guapo, ¿A que sí mami?

-Claro que si mi vida, tu padre es un orco de Mordor-contesto divertida y Marco me mira mal-¿Que? Es la verdad, tu hijo es precioso.

-Pues sin el orco de Mordor Marquito no estaría aquí.

-¿Por qué papi?

-Porque sin una cosa que yo tengo no podrías estar aquí-responde Marco nervioso.

-¿Lo que papi?

Miro a Marco expectante por lo que va a decir, se le ha quedado la cara a cuadros y no sabe que responder. No le pienso ayudar, él solo se ha metido en este fregado.
Y lo peor es que ya me estoy imaginando la respuesta, "Pues la polla", o tal vez diría "Lo que tengo entre las piernas" y a partir de aquí empezaría una clase de anatomía con el profesor Asensio.

-Un secreto que descubrirás cuando seas mayor-dice Marco mirándome y me guiña un ojo-Vamos a la ducha mini yo.

Marquito se cruza de brazos y mira a Marco mal, muy mal.

-Tu hijo ya es mayor Marco.

-Deja de meter leña al fuego coño-dice Marco riendo y coge a Marquito en brazos.

-Mami yo soy peque aún-contesta Marquito sonriendo.

Marco entra con él en brazos y va directo al piso de arriba a ducharlo. Está enamorado del niño, lo quiere con locura. Y lo mejor es que Marquito es igual, todos los partidos que ve tiene que ir con la equipación al completo, botas incluidas, cada vez que Marco toca el balón grita emocionado y cuando marca un gol se desata la locura vaya, es como el dj y el subidón en las discotecas.

Guardo el portátil y entro en casa, mañana va a ser un dia agotador, tengo la última prueba de vestido antes del gran día y estoy nerviosa. En un mes nos casamos y no me aguanto.

Después de un largo baño en la bañera de hidromasaje, salgo y me pongo una camiseta de Marco y un pantalón de pijama corto. He dejado a Marco que se encargue de la cena, lo más seguro es que sean sándwiches o algo así.

Bajo a la cocina y bingo, hay dos sándwiches en dos platos. Los cojo y voy al salón, están viendo un partido de fútbol del Bayern contra el Valencia.

Dejo los sandwiches encima de la mesita y me siento al lado de Marco.

-Papi, el número 2 y 1 juega bien.

Se refiere al 21.
Miro a quien se refiere mi hijo y me entran ganas de vomitar. Lucas Hernández, "un partidazo" vaya.

-Puede que juegue bien, mini yo-dice Marco mirando a la televisión serio-Pero no sabe comportarse con las personas.

Paso una mano por la parte alta de la espalda de Marco y noto que está tenso. Empiezo a acariciarle el pelo de la nuca y poco a poco va relajándose.

-Pero como papi ninguno Marquito-digo sonriendo y le doy un beso en la mejilla a Marco.

-Papi es el mejor mami.

Marco sonríe ampliamente y sienta al niño en sus piernas mientras se lo come a besos.
El nivel de azúcar en esta casa desde que llegó el chiquitín está por las nubes.

Chica Coraza. Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora