Capítulo 24-El infiel.

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Me he pasado toda la noche despierta, dando vueltas... llegó un momento que me levanté y me puse a barrer la planta de abajo.
Me creía que no iba a ser para tanto, pero me equivocaba, duele más de lo que creía.

El día de ayer lo pasé entero con Helios, fuimos al súper a comprar y estaba gastandome bromas para que me alegrara un poco al menos. Me dijo que hoy quería venir al entrenamiento conmigo, y que se pondría allí a estudiar algo del examen, porque al final resulta que lo lleva bastante bien.

Bajo a la cocina y lo veo estudiando con la taza del desayuno y las galletas.

-Buenos días enano-digo sonriendo y me choca los cinco-¿Desde qué hora estás aquí?

-Desde la ocho, llevo tres horas estudiando-responde sonriendo mirando los apuntes-Al ser por la tarde el entrenamiento quería estudiar toda la mañana por si acaso no me daba tiempo.

-Que fuerza de voluntad que tienes, yo cuando tenía tu edad me ponía las alarmas para estudiar, pero me quedaba en la cama con el móvil mirando Twitter.

-Es que soy mejor que tú hermana.

Ruedo los ojos divertida y me siento a su lado para desayunar. Enciendo mi móvil y veo cientos de mensajes de todo el mundo. Sara, Lucas, Nacho, Isco, Ceballos, Nora, incluso Adam me ha enviado un mensaje...y obviamente Marco. Que si lo perdone, que quiere hablar conmigo, que lo está pasando fatal, que no puede dormir... Palabras, son todo palabras. Palabras que entran por un oído y por el otro salen.

Termino de desayunar leyendo los mensajes que tenía, son todos de ánimos y alguno que otro diciendo que van a dejar a Marco sin descendencia...Sobre todo ese tipo son de Sara y de Nora.

Me pongo ya la ropa del trabajo, el polo y el pantalón de chándal de siempre, y pongo un poco de orden en mi habitación. Está patas arribas, ropa por un lado, cojines por el otro, muchísimos zapatos esparcidos por el suelo...No me extrañaría si un día de estos apareciera Tarzán por aquí.

Al final me da la hora de comer y bajo a la cocina a preparar macarrones con tomate, todo un platazo sí señor.

-Helios recoge tus apuntes y pon la mesa por fa-digo removiendo la pasta dentro de la olla.

Levanta su cabeza de los apuntes y me hace caso, pone todo en una carpeta y empieza a sacar platos y vasos. Acabo de cocinar y pongo la comida en cada plato, se ve que el niño tiene hambre, está con el tenedor en la mano preparado para comer.

-Venga, que aproveche-digo sonriendo y empezamos a comer los dos-¿Tienes prisa para volver hoy a casa?

-No la verdad, ¿Por?-pregunta intrigado con la boca llena de tomate-Ya he estudiado bastante por hoy.

-Isco va a traer a Isquito hoy y luego me ha dicho de subir a la cafetería a tomar algo.

-Por mi guay, me quedo con Isquito jugando al fútbol en el pasillo, hasta que viene el de seguridad y nos echa la bronca...pero esperamos unos minutos a que se pire y luego volvemos a jugar. Es lo que hacemos siempre.

-Vaya par de dos malotes estáis hechos. No me extraña que cada x tiempo tengan que comprar nuevos jarrones, ya sé quiénes los rompen.

Terminamos de comer y Helios se encarga de limpiar la cocina, tengo que preparar la mochila para irnos...Aunque eso de preparar se resume en mi móvil, cartera, llaves y los pases de acreditación. Tampoco es para tanto vaya.

Y como no, más mensajes de Marco pidiéndome hablar con él...Lleva todo el día así, he tenido que silenciar el móvil y me estoy empezando a pensar si bloquearlo, se lo merece.

Chica Coraza. Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora