Todo acabó

Adiós

Esta tarde, tan común y tan sencilla como las demás.
Me siento contra las cuerdas, una lucha contra tu ausencia que jamás termina, y que jamás voy a a ganar.
Pero está bien, si tú estás bien, yo debería estarlo.
Esta tarde, tan común y tan vacía.
Solo quiero regresar al paraíso que creamos juntos.
Muchas cosas que te dije, tantas noches que no he dormido, y tantas cosas que deseo nunca haber hecho, me matan cada segundo, me quiebran, me reparan y me vuelven a quebrar.
Esta tarde, tan caliente y tan luminosa.
Me recuerda a nuestra vida, y es extrañamente tonto.
Porque nuestra parte favorita del día siempre fue la noche y gran parte de la madrugada.
Y quiero, y necesito y tengo que decir algo.
Adiós. Si es lo que quieres que diga, entonces lo diré 5 veces más. Adiós, Adiós, Adiós, Adiós, Adiós.
Está bien, mientras tú estés bien, yo estaré mejor.
Adiós, porque no puedo escapar de mis recuerdos. Porque cada canción que escucho me quema el alma como un volcán a punto de erupcionar.
Adiós, porque me haces perder la razón.
Adiós, porque estoy perdiendo el tiempo esperando a que regreses.
Adiós, porque simple y sencillamente ya no puedo más.
Solo necesito que me veas a los ojos, y que me digas que me odias, que estás harta de mi, que lo que en realidad quieres es verme muerto.
No te preocupes por lo que pueda pasar.
Esta es mi ilustración, mi ilusión, mi confusión, mi decisión, mi perdición.
Adiós, porque necesito una nueva vida.
Porque necesito una vida donde no te pueda encontrar incluso si trato de recordar tus mejillas naranjas o tu dulce olor a vainilla.
Adiós, porque lo nuestro no tiene reparación, no puedo obligarte a que me quieras, y obligarte jamás ha sido una opción.
Adiós, porque te amo más de lo que me amo a mí.
Adiós. Porque tú empezaste a alajerte.