Todo acabó

¿Por qué?

A veces no se si soy yo el del problema.
A veces, la nostalgia me atrapa por días, y me vuelve tan frágil que podría quebrarme hasta con la brisa de invierno.
A veces, no sé si estar vivo realmente es un regalo, porque, en ese caso, ¿Por qué vivir duele tanto?.
En ocasiones, mis pensamientos están tan lejos de mí.
A veces, envidio a las personas que pueden controlar sus pensamientos.
En ocasiones, pensar todo el maldito estúpido tiempo no es tan malo, porque jamás estás solo, tan solo estás mal acomodado.
En ocasiones el amor es veneno, y otras veces, el elixir de la felicidad.
A veces, las fotografías me hacen sentir peor, y otra veces me hacen ver qué la felicidad nunca jamás ha sido fácil de conseguir.
En ocasiones, la navidad me gusta y me alegra, y otra veces me hace sentir tan solo, y tan despreciado. Abandonado y encerrado.
A veces, no sé si el del problema soy yo, o si es el mundo, pero, en ese caso, ¿Por qué me sigo lastimando dejándome vivir en un mundo así?.
En ocasiones, la madrugada desprende de mi, mis sentimientos más sensibles, y otras veces, desprende lágrimas de mis ojos.
En ocasiones, tengo una necesidad repentina de ver mi reflejo en algo, para saber si sigo aquí, y otra veces intento dormir para que al despertar, esperar que todo haya sido una pesadilla dónde aquello que más amé, ahora me está tocando imaginar.
Estoy en busca de algo o alguien que me haga querer estar vivo, y en ocasiones, el camino se siente interminable, y otras veces, que el camino está a punto de terminar.
A veces, no sé si el del problema soy yo, o si es el no estar muerto.
En ocasiones tan solo soy yo, mis pensamientos y mis más preciadas canciones.
Y a veces, lo único que pienso es en estar muerto sin importar con quién y dónde esté, pero en ese caso, ¿por qué contigo me invaden las ganas de ser eterno?.