Decisión

18 1 0
                                    

Hoy, tomé la decisión de olvidarte.
Y ésta vez lo digo en serio.
Estoy cansado de sentir lo que siento.
Que si tú ausencia me reduce a un cuerpo frío y solitario, o que si tú presencia consume mi felicidad y después de un tiempo vuelvo a éste punto.
Es triste, y duro de aceptar, que aquello que alguna vez me hizo sentir tan vivo, hoy me esté matando.
Intento convencer a mi cabeza de que estaremos bien.
Pero te encuentro en cada cosa que veo, en cada cosa que toco, incluso escucho tu voz en mi mente.
Esperaba que ésto durara más, pero uno no puede amar por los dos.
Y eso me lo hiciste saber bien.
Quizá algún día te lo agradezca, pero hoy no, hoy no puedo hacerlo, porque tú ausencia ha dejado un hueco en mi.
Intento averiguar y adivinar mi futuro.
No es como lo pensé.
Y no es como lo quiero.
Escucho los truenos a lo lejos.
Caminando en círculos.
Hablando con el espejo, y con mis reflejos.
Y tú nombre que retumba en mis pensamientos todas las noches, a la misma hora, en el mismo estúpido horario.
Las canciones parecen repetir nuestras conversaciones.
Estoy asustado de lo que te pueda pasar, y de las personas que puedas encontrar.
Nadie estará ahí, para decirte lo mucho que vales, y para convencerte cada día de que tu vida no está tan mal.
Creo que fue tonto aferrarme a ti a ésta edad y sobretodo en tan poco tiempo.
El océano sabe bien cuánto te he llorado.
Y tus ojos saben perfectamente cuánto te amé.
Estoy cansado de tratar de encontrar tu cuerpo en el de otras chicas, o tu forma de pensar, tu forma de hablar, o ese valor que tienes que siempre me hizo sentir admiración por tí.
Lo curioso es que siempre hay algo de ti en cada una de ellas, un pequeña porción.
Pero ellas son tan comunes y tú eres tan única.
No sé que soy ahora mismo.
Solo sé que estoy vivo.
Y no es algo que me llene de satisfacción.
Pierdo el control de mi mente muy a menudo, y me invade el fantasma de tu cuerpo, haciéndome creer que aún podemos estar juntos.
Pero no es nada más que una ilusión.
Escucho el silencio cantar tu nombre.
Y me tortura segundo a segundo éste pasado del que no puedo huir.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora