Todo acabó

Melifluo

No puedo huir de mi historia.
Estoy haderido a ella, y a ti.
Yo, siento el dolor en mi espalda.
Yo, nací siendo de nadie, y moriré siendo tuyo.
Es increíble cómo es que con solo 3 años, me hayas cambiado la vida de una manera que jamás lograré explicar.
Estoy en deuda contigo, y conmigo.
Yo, siento las palabras correr por mis venas.
Yo, nací siendo nada, y moriré siendo todo.
Estoy cansado de revivir nuestras conversaciones en mi cabeza, estoy cansado de existir.
No le encuentro sentido a lo que hago.
Tenía tanto miedo de perder lo más valioso que conseguí, y lo arruiné.
Una historia más a mis noches de soledad.
Un lamento más a mis escritos.
Trato de forjar una nueva persona en mi, pero mi pasado destruye cada avance que llego a presentar.
Tenerte cerca me mantiene vivo, y tenerte lejos me mantiene a salvo.
Aún logro escuchar tu dulce voz cerca de mi cuello.
Aún puedo oírte cantar, reír y llorar.
Aún vive algo de ti en mi.
Hay algo inconmensurable de ti viviendo en mi pecho, que me arrebata el sueño, que me roba el alma, que me quita las ganas de seguir, que me convence de querer morir.
Tú dulce voz aún sigue en mi mente, y no se por cuánto tiempo más seguirá aquí. Tú voz me consume día y noche.
Y nuestros recuerdos me absorben la vida, y creo firmemente que algún día, muy probablemente no tan lejano, no volveré a abrir los ojos.