Diáfana

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A veces eres un sueño, y otras, una maldición.
Ay!, querida, ¿Cómo terminamos así?
Por favor escúchame, y después, vete.
No quiero empezar a descomponerme con tantas confesiones amontonadas en mi cabeza.
Pocas veces logro estar tranquilo sabiendo que alguien más te buscará.
Extraño cada consecuencia de ti, y extraño ser la causa de nosotros.
Ay!, cariño, ¿Cómo no puedes verlo?.
Eres un sueño de día, y una pesadilla de noche.
Una, dos, tal vez quinientas noches deba pretender que los métodos para olvidarte están funcionando.
Pero, mientras el mundo crea que no te extraño, mi corazón puede seguir ardiendo en el mismo infierno.
Todas esas conversaciones perdidas entre la ilusión y falsedad, tiene más peso día con día.
Tres, cuatro, tal vez seiscientas noches esté buscando una atmósfera diáfana que me proteja de ti, pero que me permita ver el mundo.
Tengo miedo de dormir, y soñar que me quieres, porque despierto queriendo perseguir un engaño.
Cinco, seis, tal vez toda la vida estaré tratando de perderte en mi memoria.
¿Y sabes que es lo peor de no poder olvidarte?. Que empiezo a olvidarme de mi.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora