Dios

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No creo en ti. Pero he decidido refugiarme en tu regazo, porque millones de personas lo hacen.
Porque la gente cuenta que se siente felíz y esperanzada contigo.
Estoy a la mitad de un sueño, siendo las 4:32 de la mañana, y he venido hasta aquí, para hablar contigo.
Dime de una maldita vez, Dios
Si me has dado la vida simplemente para no querer tenerla.
Porque el frío del invierno está congelando mi mente, mi vida y el tiempo, pero no congela mi sufrir.
Qué me quitas las ganas de vivir y no te das cuenta.
Ganas que no encuentro, ganas que están perdidas desde hace tiempo.
Dios, se que no me merezco la mejor vida del universo, pero se que merezco ser felíz. De alguna forma, siempre logras corromper mi tranquilidad.
Ya sea cuando estoy solo o cuando simplemente estoy sentado, tratando de existir de la mejor manera que puedo.
Decir que me merezco a esa chica también es mucho, de hecho, es demasiado.
Pero necesito que esté conmigo. Porque no soportaría verla con alguien más.
Porque sin ella el amanecer es simplemente una luz cruzando el cielo lentamente.
Pero cuando está aquí, cuando puedo respirar el mismo aire que ella, todo cobra sentido, hasta mi maldita miserable vida.
Sé que algún día lograré evacuar de ésta zona en la que estoy.
Una zona en la que me estoy autodestruyendo.
Si tan solo me hicieras ver qué tengo que hacer, te agradecería eternamente.
Si tan solo me ayudas en convencerla en que de un paso, yo estoy dispuesto a dar el resto de ellos para que pueda besar sus labios una eternidad más.
Porque me estoy hundiendo cómo un barco se hunde en el interminable mar.
Porque estoy perdiendo el sentido y estoy empezando a recurrir a la psicodelia y a la paranoia para hacerme sentir vivo, o al menos un intento de eso.
Dios, haz una de dos cosas, asesiname o devuelve mis ganas de vivir.
Pero jamás me hagas elegir entre mi chica y mi bienestar.
Porque la elegiría sin pensarlo dos veces, y eso me llevaría a mi destrucción, y yo quiero vivir con ella, no morir por ella.
Dios, dime tan solo una cosa, ¿Era necesario alejarla tanto de mi?
¿He sido yo el culpable de esto?
Dios, ayúdame, porque he estado deseando enfermamente estar muerto.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora