Apodyopsis

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El frío en mis dedos, las palabras en mi mente, y tus labios en los míos.
Viendo tus ojos color café, como si fuese otra maravilla del mundo.
Enredados como tú cabello al despertar, atrapados en una jaula de limerencia.
Asombrados por el poder del amor, por el poder de la vida.
Acostados, sintiendo el amanecer cada vez más cerca.
Acostados, fingiendo que nos queremos, que éste amor durará para siempre.
Mirando el techo hasta quedarnos dormidos, o hasta volvernos a besar a tal punto en que los labios duelan.
Si tan solo pudiera detener el tiempo, si tan solo pudiera detener tus pasos.
Si tan solo me quisieras un poquito cerca, todo sería tan diferente, tan bello, tan perfecto, tan humano.
El olor a humo de cigarro.
El cafuné que nos mantiene unidos, apretando fuerte el lazo del tiempo.
Viendo los pétalos caer de las flores que te regalé al inicio, cómo si fuese un reloj en cuenta regresiva para dejarnos ir.
Preguntas hacemos, pocas respuestas sabemos.
El color tenue de las cosas por el oscuro momento de nuestras vidas.
Viéndonos a los ojos, cómo si fuese una despedida.
Cómo si después de mirarnos fijamente, moriremos.
Besándonos hasta más no poder, porque cuando la noche termine, ésto terminará también.
Y tan solo pensar que todo ésto inició por una apodyopsis.
Todo ésto inició porque mis ojos buscaban belleza pura y natural, y casualmente el día que más la necesitaba ver, estabas ahí.
Hablando con tus amigos debajo del árbol mas grande del lugar.
Y ahora, estoy aquí.
Recostado, viendo fijamente una estrella, y cómo es que el cielo pareciera dar vueltas y vueltas.
Solo quiero ir a la cama, pero estar en ella, es estar sin tí.
Y estar sin tí, es morir otra vez.
Recostado, esperando a que algún día pueda liberarme completamente de tí.
Estoy aquí, debajo del árbol en el que te ví por primera vez, con todas sus hojas en el suelo.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora