Todo acabó

Dormir hasta morir

No quiero despertar.
Quiero seguir durmiendo hasta morir.
Quiero paz.
Si te soy sincero, he perdido la cuenta de los días en que no sabemos nada de nosotros.
Hay veces en las que simplemente no termino de creer que esto esté pasando.
Hay días en los que cuando despierto tengo una paz interior por al menos 20 segundos. 20 segundos donde mi mente aún sigue dormida y no recuerda que ya no estás.
¿A quien voy a contarle mis sueños?, ¿Y quién va a ser mi sueño ahora que te fuiste?.
Quisiera poder decirte tanto.
Quisiera que todo fuera como antes.
Intento cada segundo que vivo superar esta situación, pero me es cada vez más difícil.
Yo no sé que sea de ti.
Pero, te deseo lo mejor del mundo y a la vez no. Mi mente se ha saturado, de tí.
Vengo a la azotea porque es el único lugar que me mantiene a salvo de mi mismo. Vengo a la azotea porque la noche me mantiene estable, me da fuerzas para seguir adelante y me da razones para ya no pensar en ti.
Vengo a la azotea porque aquí me siento libre, y porqué cada vez que estoy aquí, me olvido de ti.
Camino en silencio y me alejo de la sociedad.
Camino hasta el fin del mundo intentando borrarte de mi piel.
Camino, nado, corro y vuelo para poder destruir lo que una vez fue mi felicidad.
Mira al cielo, o mira a la luna, y pregúntate, ¿Hemos hecho lo correcto?.
Sólo quiero que entiendas, que muy probablemente jamás te olvide, y muy probablemente te quiera hasta el último respiro.
Lloro desesperadamente en mi interior, porque hay algo que me has hecho que no me permite derramar lágrimas. Por favor, no pienses en mí, como yo en ti. Es lo peor que podrías hacer. Y no valgo la pena para tantos lamentos. No llores por mí y no te preocupes por mí. Sí el mundo sigue girando, entonces gira con él.
Muévete, piensa, corre y decídete, no te quedes estancada en el pasado como lo hago yo.
Sal adelante, porque se que puedes, porque sé que quieres, porque lo necesitas y porque te lo mereces.
Recuerda siempre, que las estrellas te envidian, porque las estrellas son las estrellas, y tú eres tú, y ser tú es brillar en verdad.