Mi voz

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Tengo la fría sensación de que aunque mis deseos van mucho más allá de mis capacidades, y que mis ambiciones están ahogándome, voy a morir mucho antes de que mi vida encuentre el cambio que estoy buscando.
Mi voz corroe mi tranquilidad en las noches.
Mi voz retumba en mi mente como un trueno en campo abierto.
Mi corazón se corrompe pretendiendo qué el tiempo unirá los fragmentos.
Dejé mi vida guardada en una caja hace tiempo.
Vendí mi alma al infierno con la esperanza de que tal vez, sin alma no hay sensaciones.
Si las noches que te di ahora son tan solo una maldita leyenda, tal vez yo ni si quiera existo.
Si los segundos que paso lamentando el espacio vacío donde debería estar tu presencia son tan solo un producto de mi imaginación, tal vez yo ni siquiera estoy vivo.
Y si aquellas promesas se desvanecieron en el aire, probablemente tu ni si quiera fuiste parte de mi realidad.
Pero tu ausencia duele, y tú falta en mis noches me asesinan.
Y eso me hace creer, que te admiro más cómo un recuerdo que cómo aquella persona que alguna vez abracé por horas.
El amor que me rodeaba se ha vuelto tan solo un espectro que impregna maldad en lo más profundo de mi.
Tengo una necesidad enferma, y fuera de lugar  por dejarme consumir por pensamientos que yacen en el mismo vacío donde se resguarda mi paz.
Algún día terminará este manicomio, lo sé, y lo espero con ansias.
Algún día tus recuerdos serán menos tóxicos y podré admirarlos sin tener ninguna precaución.
Algún día terminaré odiandome porque jamás te pude odiar.
Sé que existen millones de formas para olvidarme de ti, pero, yo he elegido morir.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora