Hipofrenia

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Al final de cada día, sigo siendo una sombra que intenta regresar a su alma.
Al final del día, sigo siendo polvo.
Al final de todo esto, te estás convirtiendo en una distracción, estás siempre en frente de mi, en frente de mi vida, y me complicas el camino para seguir.
Al final del día, de la noche, al final de mi vida temo en volver a recordarte cómo te ví en aquellos días, donde la felicidad florecía en cada poro de mi piel y tus labios sabor miel.
No hay nadie al rededor, no hay ningún hombro para llorar, no hay nadie a quien amar.
Siento el dolor en el pecho, siento el augurio en los ojos.
Es tan absurdo que haya encontrado lo que buscaba en un amor ajeno.
Malditos sean los días que siga respirando.
Maldito sea yo.
Maldita sea la lluvia que alguna vez me recordó a tí.
Maldito sea este estúpido escrito de amor.
Una vez más el chico atrapado en el pasado haciendo el intento de sentirse bien consigo mismo, mirando las estrellas intentando encontrar un amor mutuo, viendo el cielo oscuro tratando de encontrar desesperadamente la constelación que forman tus lunares en tu pecho y en tu espalda.
Viendo la luna, tratando de encontrar una epifanía.
Combatiendo cada minuto con ésta melancolía.
Hipofrenia, en resumidas cuentas, mi día a día.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora