Cierre

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Lunes por la mañana, martes por la tarde, miércoles por la noche, bueno, ¿A caso eso importa?.
Mi poesía barata no logra hacerte corromper tu tranquilidad.
Yo, llamaría a esto como "la última carta".
No se qué sucede conmigo. En realidad, con muy poca frecuencia lo hago. Pretendo que voy por buen camino, o que sencillamente estoy bien.
Busco tranquilidad donde hay guerra, y mi conflicto físico - psicológico, se complica con el pasar de los días.
No estoy seguro de ser lo que realmente quiero ser, si te soy honesto, no se qué, o quién soy.
Solo se que existo, y aunque eso en ocasiones me tranquiliza, la mayor parte del tiempo me siento como basura, como algo que se usa una vez y que lo desechas sin ningún remordimiento.
Quizá me equivoqué en creer que la gente responde de la misma manera en la que preguntas.
O quizá simplemente no puedo acoplarme a la realidad de la vida. Quizá solo soy como una flor, una bella flor, que agrada mientras está fresca, pero una vez que se seca, se vuelve un estorbo y en algo que desechar.
Quizá mi idea de la vida, va en contra de las leyes de la naturaleza.
Tal vez estoy viviendo la vida de otra persona.
Y es muy probable que deba decirle adiós a los amaneceres, y al ver la luna caer.
No estoy triste, ni melancólico, tampoco tengo depresión y mucho menos soy un neurótico o un paranóico, solo soy una imágen incorrecta de mi.
¿Dónde está mi identidad?, ¿Dónde quedó mi vida?.
El reloj no deja de avanzar y mis energías no aparecen por ningún lugar.
Conocer nuevas personas se me hace cansado, agotador y monótono.
Estoy en la esquina de mi habitación, la iluminación se escapa y con ella se va la luz de mis esperanzas.
Tal vez yo debí ser un árbol, una roca o alguna nube, pero Dios se esfuerza por querer hacerme vivir.
No sabes cuánto extraño que me extrañes.
¿Qué hora es, qué día, qué mes?, ¿Acaso no lo ves?.
Es ésto que pone mi vida al revés.
¿Soy yo?, ¿O es la vida?.
¿Por qué las puertas se encuentran cerradas, y por qué mis cuestiones no se quedan guardadas?.
Atrapado en la misma frecuencia, encadenado a la misma secuencia.
¿Es el calor, o el amor?, Es la intranquilidad que hay en mi furor.
El dolor que expulsa mi sudor.
Estoy casi tan cansado de escribir, como de vivir.
Pronto será navidad, y yo no se si estaré aquí.

Todo acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora