«Los libros pueden unir más que corazones».
Emma Harvey ha vivido rodeada de libros desde muy pequeña, de allí su gran afición y amor por la lectura. Es una adolescente sencilla que, como cualquier otra persona en este mundo, está trabajando por enc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Es curioso cómo en ocasiones la vida puede ser complicada y un completo remolino de emociones. Pero, ¿no crees que sería aburrido si todo fuese felicidad? ¿Cómo aprenderíamos? ¿Cómo experimentaríamos los distintos sentimientos que tenemos guardados en nuestro interior?
Quizá sea raro. Las personas a veces debemos aprender (lamentablemente), de la peor manera: experimentando el dolor. No todo siempre es bonito. Tenemos sentimientos, sufrimos, lloramos, somos lastimados, nos rompemos, salimos heridos... Y eso es desastroso. Pero está bien, es algo normal, es algo de humanos.
Algo loco, ¿no?
Pero supongo que, para mi suerte, ya he experimentado varias de aquellas sensaciones... Los libros y mi caótica imaginación me han brindado muchísima ayuda en ese aspecto. Me he adentrado a un montón de aventuras y vidas dentro de cada uno, ¿qué puedo decir? Es maravilloso.
Todo libro tiene su toque único. Algunos te hacen reír, otros llorar, quizá alguno te hizo crear teorías locas o te puso los pelitos de punta. Incluso existen aquellos que te ablandan tanto el corazón y te roban suspiros... Aunque también están los libros que te hacen sentir de todo con tan sólo unas cuantas palabras.
Y también están las personas.
Personas a las que te aferras tanto, aquellas que desearías que nunca se fuesen de tu lado. ¿Por qué llegan tan inesperadamente a tu vida? ¿Y si luego se van? ¿Y si te aferras a ellos como si fuesen tu libro favorito?
Sí, ese libro que adoras y amas con todo tu corazón, el que quieres releer mil veces más y sigues emocionándote con el pasar de las páginas. Aquel que no cambiarías por nada en este mundo.
Creí que ya tenía un libro favorito... Hasta que llegó él.
Aquel chico bonito de los ojos azules. El que removió todos y cada uno de mis sentidos. El mismo que entró aquella tarde por la puerta de la biblioteca. El chico fastidioso y un poco insoportable.
O eso creí.
No puedo decirte mucho más, sólo tengo una cosa clara... Aquel día no sabía que mi lugar favorito se podría convertir en La biblioteca de nuestros sueños.
