•Capítulo 46: ¿Curiosidad?•

15.3K 1.5K 2K
                                    

Es increíble lo rápido que pueden llegar a pasar los días cuando de verdad disfrutamos y aprovechamos cada minuto de ellos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es increíble lo rápido que pueden llegar a pasar los días cuando de verdad disfrutamos y aprovechamos cada minuto de ellos. Mi corto receso de dos semanas ya había terminado, lo que significaba el inicio de mi segundo y último periodo de clases. Aún no podía creer que ya íbamos por más de la mitad del año y que en unos pocos meses finalizaría la escuela, me graduaría y comenzaría una nueva etapa en mi vida, dándole paso a la tan temida universidad.

Tamborileé mis dedos contra la superficie de mi cuaderno y moví mi pie de un lado a otro, preocupada. A pesar de tener la mirada fija en el pizarrón frente a mí, mi cerebro no hacía más que pensar en Sebastián. Su examen de conducir era esta mañana y todavía no recibía ninguna respuesta de su parte.

¿Le habría ido bien? ¿Le pasó algo y por eso no responde? ¿Y si los nervios se apoderaron de él tanto como lo están haciendo conmigo ahora mismo?

—¡Señorita Harvey! Le estoy hablando, ¿acaso no me escucha?

Como si de un acto reflejo se tratase, dirigí rápidamente mi mirada hacia la mujer que ya tenía sus oscuros y amenazantes ojos en mí. Me enderecé en mi asiento y me obligué a mí misma a dejar de mover los dedos, llevando mis manos al frente para entrelazarlos encima de la mesa.

—¿En dónde tiene la cabeza? ¿Eh? —cuestionó, aproximándose a mí— Estamos en clases, no creando falsos escenarios. Deje de pensar en lo que sea que haya estado pensando y preste atención.

Asentí.

—Perdón, no volverá a ocurrir.

—Responda la pregunta que le hice —dijo con tono desafiante—. ¿Puede decirme qué es la URSS? Lo mencioné la clase pasada —elevó ambas cejas— A menos que claro, tampoco haya estado escuchándome.

—Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas —contesté de inmediato— Aunque también es conocida como Unión Soviética.

A este punto lo único que deseaba era que la jornada terminase, no pude evitar sentirme tonta y avergonzada por lo sucedido. Los ojos de todos los presentes estaban puestos sobre mí y aquello aumentó mis evidentes ganas de querer desaparecer, el silencio que me rodeaba era sofocante.

—¿En qué año cayó el muro de Berlín? —volvió a preguntar ella.

Esta vez dudé unos segundos.

—Mil novecientos... —alargué, tratando de recordar— Mil novecientos ochenta y nueve.

La mujer asintió.

—¿Puede contarme un poco más acerca de él? ¿Qué significó su caída?

Piensa, Harvey, piensa.

—El muro fue levantado en mil novecientos sesenta y uno y estuvo dividiendo a la población alemana durante casi tres décadas —respondí— Según algunos historiadores, su caída simbolizó el fin de la Guerra Fría, aunque también...

The Library Of Our DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora